Nacido en Granada en fecha que desconocemos, falleció en Nicaragua en 1526. Conquistador bien distinto de aquel Hernández de Córdoba que descubriera el Yucatán, en 1523 Gil González Dávila, que había efectuado una expedición a Nicaragua por parte de Dávila pero que pretendía emanciparse de éste, envió a Córdoba para que tomara posesión, en su nombre, de lo descubierto por Dávila; entre los hombres de Hernández de Córdoba figuraba Hernando de Soto. La expedición recorrió parte de Costa Rica y Nicaragua y conquistó y colonizó nuevos territorios: fundó la villa de Bruselas, de efímera vida, en el golfo de Nicoya, y tras derrotar a los indios, las ciudades de Granada (1524), donde levantó un gran templo; León, donde se instaló la capital; y Segovia, donde se erigió una fortaleza. Además, Hernández de Córdoba y sus hombres descubrieron el río San Juan o Desaguadero, salida del lago de Nicaragua al Atlántico, río que recorrieron en pequeñas embarcaciones (1524). De los muchos descubrimientos, Hernández dio cuenta a Pedrarias por medio de Sebastián de Belalcázar. González Dávila regresó a Nicaragua, y entre otros conquistadores, luchó también con Córdoba por la posesión de aquellas tierras, arrebatándole en un combate 200.000 pesos de oro y deteniendo a Soto. Pero, a su vez, Córdoba incurrió en el defecto de Dávila, y pretendió quedarse con sus conquistas. Pidió al monarca la concesión del gobierno de Nicaragua y se puso de acuerdo con Cortés, deseoso de extender su influencia a Centroamérica. Al enterarse, Pedrarias reunió fuerzas y marchó a Nicaragua, bastando el terror que inspiraba su nombre para someter a los indisciplinados. Hernández de Córdoba se entregó a a Pedrarias creyendo que le perdonaría pero éste le hizo encausar y degollar.

Bibliografía básica

• VV. AA. Diccionario de Historia de América. Madrid: Alianza Editorial, 1979, 1981 y 1986. 3 vols., vol. II, pp. 348-349.