31
No fue pequeño el número de los españoles -militares, religiosos, aristócratas, diplomáticos, artistas y estudiosos- que viajaron por la Italia del siglo XVIII. Muchos de ellos dejaron algún relato o testimonio escrito de su viaje, pero hubo que esperar al siglo XIX para que viesen la luz algunos de ellos. La publicación en su tiempo del viaje italiano -realizado en 1797-1798- del chileno afincado en Cádiz y académico de la de San Fernando, Nicolás de la Cruz y Bahamonde, conde de Maule, sería excepcional. Puede leerse en los vols. III-VII de su Viaje de España, Francia e Italia, Madrid, Imprenta de Sancha, 1806-1808, vols. I-VI; Cádiz, M. Bosch, 1813-1814, vols. VII-XIV. Para una noticia de los más destacados entre los viajeros españoles en la Italia del XVIII, véase FABBRI, M., «Viaggiatori spagnoli ed ispanoamericani», en CUSATELLI, G., (ed.), Viaggi e viaggiatori del Settecento in Emilia e in Romagna, Bolonia, il Mulino, 1986, 2 vols.; en vol. I, pp. 339-410.
32
Es muy
significativo el contraste que se establece entre la velada
crítica de Andrés a la reforma de los lugares
píos llevada a cabo por el gobierno austriaco de
Milán («Las donaciones, legados y
regalos hechos por los piadosos milaneses á aquel hospital
forman increibles rentas, y me dixeron que aun ahora se iban
aumentando contínuamente con nuevas mandas, aunque las
novedades hechas en estos últimos tiempos sobre los lugares
pios, y disposiciones testamentarias, han hecho mudar a algunos los
legados grandiosos que dexaban al hospital, y aplicarlos á
personas particulares para quitar la libertad de alterar sus
voluntades»
, en tomo IV, Carta III, pp. 167-168) y su satisfacción por
la pujanza de éstas en el reino de Cerdeña, bajo el
clerical Víctor Amadeo III (tomo V, Carta VII, pp. 111-118). También en tomo IV,
Carta IV, pp. 206-208, expresa
sus escasas simpatías hacia la Lombardía Austriaca,
verdadero laboratorio de reformas del josefinismo: «Del gobierno despacharé brevemente. En
los pocos años que estoy aquí se han hecho tantas
mudanzas, que no me he cuidado de informarme bien del presente, que
con dificultad tendrá mas segura consistencia.»
Para todo lo relativo al contexto político e
ideológico de la península italiana en estas
décadas, resulta imprescindible el volumen II de la serie
Settecento
riformatore de Franco Venturi, titulado La chiesa e la repubblica dentro i
loro limiti (1758-1774), Turín, Giulio Einaudi,
1976.
33
En Cartas familiares, tomo V, Carta VI, pp. 49-50. Carlos Felipe de Borbón, conde de Artois, hermano menor de Luis XVI, nacido en 1757, se opuso a las reformas ya antes de la Revolución, emigrando el 17 de julio de 1789, inmediatamente después de la toma de la Bastilla. Se refugió en Turín, donde en septiembre de 1789 reunió un gabinete en la sombra de émigrés. Fue el jefe de la emigración hasta el exilio de su hermano el conde de Provenza en 1791 y, por su intransigencia, se convirtió en el archienemigo de la Revolución, perjudicando en ocasiones los esfuerzos de una restauración moderada. En 1824, sucedió a Luis XVIII con el nombre de Carlos X, reinando hasta su abdicación de resultas de la Revolución de 1830. Murió en el exilio en 1836.
34
Cartas del abate don Juan Andrés a su hermano don Carlos Andrés, en que le comunica varias noticias literarias, Valencia, en la imprenta de Joseph de Orga, año 1800. El ejemplar de la BNM, Usoz 4856, contiene una Carta V, fechada en Parma a 15 de enero de 1801.
35
Tras su
insatisfactoria visita de trabajo a la Biblioteca Vaticana, de la
que no existe un catálogo general y en la que el cotejo de
diferentes códices se hace prácticamente imposible,
escribe un decepcionado Andrés: «El haber de causar tanto trabajo por cada libro
quita las ganas de buscar muchos. En efecto, aunque veia mucha
cortesia y atencion en dicho Abate, no me atreví a darle
mayor incomodidad que la de buscarme tres ó quatro, y me
contenté con consultar de prisa estos solos, mientras en la
Laurenciana habré exâminado con toda comodidad mas de
treinta, y aqui deseaba exâminar muchos mas.»
(Cartas familiares, tomo I, Carta VI, p. 170)
36
Cartas familiares, tomo I, Carta IV, pp. 77-78.
37
Cartas familiares, tomo II, Carta XII, p. 104. Para sus dificultades para obtener un pasaporte para viajar al borbónico -es decir, antijesuita- Nápoles vid. Cartas familiares, tomo I, Carta VII, p. 208 y tomo II, Carta XI, p. 100.
38
«¿Quántos Monarcas han gastado infinitamente
mas en guerras y en otras empresas que Carlos III en hacer
resucitar aquellas Ciudades, y sin embargo sus nombres estan
sepultados en el olvido, y aun tal vez detestados de las personas
juiciosas? O! y si los hombres supiesen buscar la gloria en lo que
realmente la hay, quántas cosas mas útiles y
gloriosas [...] Pero dexemos las reflexîones y vamos á
Herculano.»
(Cartas familiares, tomo II, Carta
XIV, pp. 186-187). Sobre
Pompeya y Herculano, puede consultarse la obra de F.
Fernández Murga, Carlos III y el descubrimiento de
Herculano, Pompeya y Estabia, Salamanca, Universidad de
Salamanca, 1989.
39
En Cartas
familiares, tomo II, Carta XIII, p. 179, Andrés recomienda a su
hermano la contemplación de las láminas de «los Campos Flegreos, que ha compuesto
el Caballero Hamilton, Ministro de Inglaterra en
Napoles»
. Se trata del lujoso infolio Campi Phlegraei, Observations on the Volcanos of the
Two Sicilies, As They have been communicated to the Royal Society
of London, Nápoles, 1776, que reunía a los
informes previos del diplomático a la Royal Society londinense,
cincuenta y cuatro estampas coloreadas, a toda página, obra
de Pietro Fabris, de vistas generales, erupciones y muestras
volcánicas. La obra, que paralelamente a su interés
científico contribuyó a extender por Europa el gusto
por lo sublime terrible, se vendía en Nápoles por
sesenta ducados. Erupciones significativas del Vesubio fueron las
de septiembre de 1765 a octubre de 1767 y la de agosto de 1779.
1785, en que tuvo lugar la visita de Juan Andrés, fue
también un año de gran actividad volcánica.
Vid. THACKRAY, J., «"The
Modern Pliny": Hamilton and
Vesubius», en JENKINS, I.
y SLOAN, K. (eds.), Vases & Volcanoes. Sir William
Hamilton and his Collection, Londres, British Museum Press, 1996,
pp. 65-74, y CHEETHAM, M. A.,
«The taste for phenomena: Mount Vesuvius and
transformations in late 18th-century European landscape
depiction», Wallraf-Richartz Jahrbuch 45 (1984),
pp. 131-144.
40
Cartas familiares, tomo II, Carta XIII, pp. 182-183. Esta estampa sostiene favorablemente la comparación con la que L. Fernández de Moratín traza del volcán (Viage a Italia, ob. cit., pp. 255-258).