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Carta de Alcides Arguedas a Manuel Ugarte. París, 18 de marzo de 1909

Alcides Arguedas





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París, marzo 18 de 1909

Sr. D. Manuel Ugarte

Niza

Estimado y admirado amigo:

Gracias de veras por su amable carta de 25 del mes en curso, pues los conceptos que contiene halagan mi vanidad de incipiente escritor y me dan alientos para atreverme en otros libros menos lugareños como el que acaba de aparecer.

Verdaderamente si hombres como Ud. al que admiro como escritor y quiero como hombre pues en Ud. he sabido encontrar la llaneza y la generosidad que, según he tenido ocasión de observar, no son cualidades de los escritores -y como Unamuno que ya me ha escrito dos cartas gentiles-, me loan, han de concluir por hacerme creer que he hecho un libro aceptable y entonces pudiera que se me suban ciertos detestables humos a la cabeza.

Porque va Ud. a saber, mi querido amigo, que nuestro admirable Unamuno parece contento con mi trabajo y me promete escribir no uno, sino varios artículos en La Nación de Buenos Aires y en otro periódico de Madrid.

Ahora Ud. me pide citar mi libro en el que va Ud. trabajando. ¡Demonio! Haga Ud. lo que quiera, diga cuanto quiera con toda libertad que sus opiniones, consejos y críticas las recibiré con entero agrado y reconocimiento, pues no es poca cosa merecer la atención de un pensador de su laya.

Mil gracias por las direcciones que me envía usted. Eso mismo me prueba muchas cosas buenas en Ud. Yo he enviado, o mejor, hecho enviar por el editor a los más de los literatos españoles y les he dirigido desde acá una carta en que les anunciaba el envío, pero hasta ahora no me han contestado sino D. Miguel de Unamuno y Amado Nervo una postal con dos líneas.

Como es la primera vez que me dirijo a los intelectuales, ignoro sus costumbres y no sé si en ellos, como en los otros mortales, sea simple deber de cortesía responder a las cartas que se reciben por primera y quizás última vez de un individuo.

A nuestro continente todavía no ha ido ni un solo ejemplar. El bendito editor escasamente me ha mandado 30 ejemplares que ya han volado. Le he pedido otros pero con callarse lo compone. Y no crea Ud. que salen de su bolsillo, sino del mío. ¡Bendito sea!

Gracias, una vez más, mi estimado amigo, por sus frases halagadoras y mis sinceras felicitaciones por su nuevo libro. Es Ud. un infatigable y admirable trabajador.

Un abrazo

A. Arguedas





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