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Una nota a la correspondencia de Valera: la fuente griega de una estrofa alemana citada por don Juan
Instituto Español, Viena
A José Luis Melena
El 16 de enero de 1893, don Juan Valera, que acababa de sufrir un desaire urdido contra él por altos dignatarios de la diplomacia vaticana1011, era nombrado embajador en Viena. El 27 de febrero tomaba posesión, y el 21 de marzo presentaba sus credenciales ante S. M. Imperial. Unos meses después, el 29 de julio, escribe al dramaturgo Tamayo y Baus, refiriéndole, con todo lujo de detalles, los pormenores de la vida vienesa en sus vertientes frívola y social1012. Y, entre otras amenidades —474→ de carácter culto y galante, le comenta a don Manuel esta curiosidad: una comida, en la quinta de la viuda del librero Gerold, a la que asistieron, como invitados, «el Director de la Biblioteca Imperial, el escultor Zumbusch, autor del hermoso monumento de la Emperatriz María Teresa, y otros literatos y artistas»1013, amén del propio Valera y una sobrina de la anfitriona «muy guapa, alegre, alta, ágil, y que trinca, baila, tira a la pistola, juega al billar y fuma cigarrillos con mucha gracia»1014. «A los postres -continúa Valera- todos, con vasos en las manos, o de Champagne o de Chipre o de Malvasía, que se chocaban y eran el acompañamiento, se cantó a la redonda una preciosa canción báquica, música de Haydn. Es una estrofa sola -especifica- y en el que termina se bebe a su salud y vuelta a empezar, hasta que se bebe a la salud de todos. Me dijeron que las palabras de la canción son de una poetisa griega, llamada Praxila (sic)». Valera, que había aprendido el griego de una manera muy particular1015, y que era un erudito o, cuando menos, un hombre de letras con intereses de erudito, como transparenta su correspondencia aquí y allá1016, notifica sus dudas al respecto: «Como no tengo aquí el ‘Corpus poetarum graecorum’ -se lamenta- no he podido cerciorarme»1017. Luego, transcribe el texto en alemán:
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Y lo traduce: «Vive, ama, bebe y sueña y corónate conmigo: entristécete cuando yo me entristezco y alégrate conmigo de nuevo»1018. A lo que se me alcanza, y por lo que he podido consultar, la estrofa en cuestión no es de Praxilla, sino que procede, más bien, de uno de los carmina convivialia griegos, al que corresponde casi (o sin casi) tal cual. La confusión con Praxilla puede explicarse por la intertextualidad que algunos de los fragmentos de ésta tienen con los carmina convivialia: sobre todo, el fr. 3 con el Carm. Conv. 14, y el fr. 4, con el Carm. Conv. 20. Dada su similitud (o la proximidad textual en alguna edición), el interlocutor de Valera bien pudo confundirlos. En cualquier caso, he aquí el texto griego1019, del que la estrofa alemana, transmitida por Valera, parece ser exacta traducción: