Fábulas literarias
- I -
El elefante y otros animales
- II -
El oso, la mona y el cerdo
- IV -
Los dos loros y la cotorra
- V -
El gusano de seda y la araña
- VI -
El mono y el titiritero
- XI -
La parietaria y el tomillo
- XIV -
El manguito, el abanico y el quitasol
- XVII -
El caminante y la mula de alquiler
- XXIX -
El papagayo, el tordo y la marica
- XLI -
El gato, el lagarto y el grillo
- L -
El jardinero y su amo
- LI -
El fabricante de galones y la encajera
- LIV -
El gallo, el cerdo y el cordero
- LVII -
El naturalista y las lagartijas
- LXVII -
El médico, el enfermo y la enfermedad
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A orillas de un estanque A tratar de un gravísimo negocio A una mona Al eslabón de crüel Allá en tiempo de entonces, Arando estaba el buey, y a poco trecho Atención, noble auditorio, «Aunque las dos picamos (dijo un día «Aunque se vista de seda Ayer por mi calle Batalla el enfermo Bien habrá visto el lector «Calla tú, pajarillo vocinglero, Cargado de conejos Cerca de una encajera Cierta criada la casa barría Cierto galán, a quien París aclama Cierto lobo, hablando con cierto pastor, Ciertos animalitos, Cobardes son, y traidores, Convidados estaban a un banquete De frase extranjera el mal pegadizo, De Santo Domingo trajo De sus hijos la torpe avutarda, Desde su charco una parlera rana Diabólica refriega El águila y el león El fidedigno padre Valdecebro, El té, viniendo del imperio chino, Ello es que hay animales muy científicos En cierta catedral una campana había, En cierta ocasión, un cuero En el cuarto de un célebre erudito En la orilla del Tajo En un jardín de flores Escondido en el tronco de un árbol Esta fabulilla, Estábase una cabra muy atenta Había en un corral un gallinero; Harta de paja y cebada Hubo un rico en Madrid (y aun dicen que era Más allá de las islas Filipinas Mientras de un volatín bastante diestro Mirando estaba una ardilla Oyendo un tordo hablar a un papagayo, Para pasar el tiempo congregada Pasando por un pueblo Persuadía un tordo abuelo, Por entre unas matas Prendieron por fortuna a un bandolero Pues como digo, es el caso, Saliendo del colmenar, Si querer entender de todo Si se acuerda el lector de la tertulia «Siempre acostumbra hacer el vulgo necio Siguiendo el son del organillo un día Sirvió en muchos combates una espada Tengo para una fábula un asunto Tienen algunos un gracioso modo Trabajando un gusano su capullo, Tuvo Esopo famosas ocurrencias. Un gallo, presumido Un mudo a nativitate, Un oso, con que la vida Un pintado guacamayo Vio en una huerta Yo leí, no sé dónde, que en la lengua herbolaria
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