Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

31

La obra va acompañada de un prólogo titulado «Mis encuentros con el buen Ramón», en el que Djed Bórquez, dirigente del B. O. E., se atribuye bastante protagonismo en algunos hechos decisivos para la consagración oficial del escritor: la decisión de enterrarlo por cuenta del gobierno (lo que le sirve para «ningunear» al ahora derrotado Vasconcelos), el luto de la Cámara de Diputados, el entierro y el homenaje organizado en Zacatecas en 1926, del que queda un vivo testimonio en Juegos florales y glorificación del poeta jerezano Ramón López Velarde (Guadalupe, Zacatecas, Escuela Industrial Trinidad García, 1926). Aquí puede leerse un discurso del propio Bórquez (todavía Juan de Dios Bojorquez) en que se dice: «El cantor de Fuensanta supo ser un gran poeta revolucionario, pero desgraciadamente murió antes de escribir su poema de la revolución [...] ¡Qué bello poema al indio mexicano el que hubiese producido!» (p. 103). El son del corazón también incluye dos estudios: «Ramón López Velarde» de Genaro Fernández Mac Gregor, el de mayor interés desde el punto de vista literario y que había ya sido adelantado en parte en El Universal (1 de enero 1920), y «El verso inolvidable», del también miembro del B. O. E. Rafael Cuevas.

 

32

«Ramón López Velarde», ob. cit., p. 645.

 

33

«Ramón López Velarde», ob. cit., pp. 639-659. Este ensayo fue publicado por primera vez en la citada colección Poemas escogidos, México, Cvltura, 1935, reeditada por Nueva Cvltura en 1940 y aumentada en El León y la Virgen, México, Biblioteca del Estudiante Universitario, 1942. Jorge Cuesta publicó, a su vez, una reseña en la que señalaba: «el aspecto "provinciano" de la poesía de López Velarde ha hecho que se ignore su complicación posterior, que ahora Villaurrutia ha venido a poner de manifiesto» («La provincia de López Velarde», El Universal, 27 de agosto 1935, en Enmanuel Carballo ed.: ob. cit., p. 116). Se ve cómo, puestos a elegir, los Contemporáneos prefieren clarísimamente la «segunda poesía de López Velarde»: «en su segunda época "después de Baudelaire", se hace maliciosa y artística, difícil y complicada. Es entonces cuando se enriquece y se hace verdadera» (Ibid., 115). Aunque no dejan de tener muchas reticencias frente a la popularizada «Suave Patria», que comparte O. Paz.

 

34

Reyes, Alfonso, «De poesía hispanoamericana», Pasado inmediato (1941), Obras completas, vol. XII, México, FCE, 1960, pp. 269-270.

 

35

«Perfil humano y esencias literarias de Ramón López Velarde», en Marco Antonio Campos (ed.): Ramón López Velarde visto por los Contemporáneos, México, Instituto Zacatecano de Cultura, 2008, pp. 138-139.

 

36

Ibid., 139.

 

37

Ibid., 145.

 

38

Ibid., 146.

 

39

«El camino de la pasión», Obras completas, Vol. 4, México, Círculo de Lectores-FCE, 1994, p. 172.

 

40

Los hijos del limo, ob. cit., vol. 1, p. 358.