Antonio Rodríguez Huéscar (1912-1990) fue escritor, pintor y, sobre todo, filósofo, discípulo de Ortega y Gasset; miembro importante de la Escuela de Madrid, que conoció tanto el exilio exterior como el interior. Su labor consistió en la indagación en las raíces metafísicas de la filosofía de su maestro. Le interesó por encima de todo el problema de la verdad. Pensó sobre las «categorías de la vida», que deberían sustituir a las antiguas «categorías del ser». Pintó y reflexionó sobre la pintura. Escribió novela y meditó sobre ella. Mostró cómo, sin dejar de ser discípulo, se puede ser auténtico filósofo.
Esta página tiene la finalidad de divulgar su obra, quiere ser un instrumento de difusión y una herramienta de estudio. Además de recoger buena parte de sus publicaciones filosóficas, incluye su novela, una muestra de su obra pictórica, un álbum fotográfico, vídeos, escritos sobre el autor e información diversa.
«Hasta ahora, la mayor parte de los que se han acercado al frondoso árbol del saber orteguiano, incluso muchos de los que lo han hecho con ánimo filosófico, se han andado demasiado "por las ramas", quizá legítimamente atraídos por su espléndida profusión de hojas, flores y hasta incitantes frutos, sin buscar el manadero de la savia que vivifica y sustenta toda esa riqueza y le da, en definitiva, último sentido: sus raíces metafísicas».
(Antonio Rodríguez Huéscar, «Presencia y latencia de Ortega», en Revista de Occidente, 72, 1985)
«Que dos y dos son cuatro solo es plenamente verdad si alguien tiene necesidad de pensarlo».
(Antonio Rodríguez Huéscar, Perspectiva y verdad, 1966)