Quince: Autocomentarios. Selección
David Rosenmann-Taub
Autoalabanza | ||||||||||||||||||||||||||||
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Quince (LOM Ediciones, 2008, p. 209).
| Musa a granel!: euforia del poeta por la abundancia -gran Él- de inspiración. | 1 |
| ¿Quién yo?: ¿yo, en efecto, el depositario de tanta riqueza? | 2 |
| ...Ritual: torrencial creatividad que el poeta asume y nutre: ritual del poeta «para» el poeta. | 3 |
| ... / sin mago aval: fe sin sacerdotes, ni seudodioses: autofé -concreta fe divina de divinidad crédula-. Sin socorro. Debo socorrerme. ¡Aconsejar y sos«tener» a Dios! (En las rimas de la estrofa -el, al, al, Él, el, al-, los nombres de las deidades bíblica y alcoránica). | 4 |
| ... / furor: cúmulo de satisfacción iracunda. Furia, por el «desafinado» Él y por «este desafinado» enigmático «mundo suyo», y pasión de perfección. | 5 |
| ...¿Soy Él?: siendo yo, sin duda, la creatividad y el furor de esta magia, ¿soy Él? -sarcásticamente: ¿Soy hiel?-. ¿Yo -Hijo-, Padre del Hijo y... del Padre? | 6 |
| Tiendo...: el nómada tiende su tienda. Yo tiendo mi papel -mi tienda-: tiendo, dentro de mí, la tienda: «habito» la morada que me «habita». Y la -lo- erogo. | 7 |
| ...el papel: Dios se sitúa en el ser de su creación; yo me sitúo -extiendo mi papel- en el ser de mi creación: jocosa y alabeadamente, el real (no el «papal») intercesor. | 8 |
| ¡Corresponsal!: soy, ¡revelación!, corresponsal de Dios: icásticodivino corresponsal que informa -conciencia de Dios- y socorre, a granel, a Dios -informa de su ser y socorre al ser-: soy la colaboradora naturaleza del ser: soy el responsable mensajero: respondo a las encuestas del ser: entiendo el ser: ése mi papel en la pieza del ser: soy la información, escrita, del ser: soy mi musa y sus réditos. Corresponsal verdadero, trasmito en mis telegramas -en mis poemas- noticias -nociones- urgentes. | 9 |
| ¡Corre, esponsal!: Dios y el poeta se amalgaman. Si yo, «quizá», no soy Él, por mi -su- correspondencia Él entiende -se informa de- lo que no «comprende». | 10 |
| En el poeta, la efabilidad de lo inefable. | 11 |
Quince (LOM Ediciones, 2008, pp. 213-214).