Besos
Adioses
Nuestro adiós
Y mojaba la lluvia su semblante, | ||
su semblante tan pálido y tan bello, | ||
y el viento de la tarde sollozante | ||
agitaba en desorden su cabello. | ||
Yo lo hablaba, le hablaba.... No me oía... | ||
Solamente su mano temblorosa | ||
se estrechaba convulsa con la mía. | ||
Así fue nuestro adiós... Toda mi alma | ||
dejé en sus labios con pasión opresos, | ||
y me traje la suya, que bebieron | ||
en sus ardientes lágrimas mis besos. | ||
No... no te digo adiós | ||
�Por qué vienes así, mi enamorada, | ||
cuando dormido estoy, cuando con lazos | ||
invisibles, el sueño ata mis brazos, | ||
y no puedo apretarte al corazón? | ||
�Por qué vienes así cuando mis labios | ||
cierra el sueño también, y busco ansioso, | ||
sin poderle encontrar, el cariñoso | ||
acento con que te habla mi pasión? | ||
�Por qué vienes así...? �Sabes acaso | ||
que son las de la noche las hermosas | ||
horas de las estrellas misteriosas, | ||
y, estrella del amor, surges también, | ||
porque sabes que la hora de los sueños | ||
es la hora en que los ángeles sin nombre | ||
bajan del cielo a visitar al hombre, | ||
con su ala de oro a proteger su sien? | ||
�Por qué vienes así, pálida mía, | ||
con tus ojos de amor sobre mis ojos, | ||
y con temblor de besos en los rojos | ||
labios que apagan en el mío la voz? | ||
�Por qué son tan dolientes tus abrazos? | ||
�Por qué tanto sollozo y duelo tanto, | ||
y al besarme me mojas con tu llanto, | ||
y sólo sabes la palabra adiós? | ||
No es un adiós el que mi voz te deja | ||
llorosa, vida mía, | ||
que adiós es la tristísima palabra | ||
de la ausencia sombría. | ||
Que adiós es el sollozo que se arranca | ||
del corazón herido, | ||
que adiós es el saludo de la muerte, | ||
la cifra del olvido. | ||
�No, no te digo adiós...! Para nosotros | ||
palabra tal no existe; | ||
la boda de las almas es eterna | ||
cuando amor las asiste. | ||
Y lo que llaman en el mundo ausencia, | ||
distancia, despedida, | ||
para aquellos no son que sólo forman | ||
un alma y una vida. | ||
Para aquellos no son que, al fuego vivo, | ||
de los labios impresos, | ||
cual nosotros sus almas desposaron | ||
en tálamo de besos. | ||
No, no te digo adiós... �Quién de sí mismo | ||
se ausenta y se despide? | ||
�Cómo puedo a mi propio pensamiento | ||
decir que no me olvide? | ||
No se mira sin luz, y sin ambiente | ||
el pecho se sofoca, | ||
y mi luz son tus ojos, y mi aliento | ||
los besos de tu boca. | ||
Yo soy tan sólo corazón, y tú eres | ||
su sangre y su latido... | ||
�Cómo a mi mismo corazón pudiera | ||
dejar en el olvido? | ||
Idénticas, mezcladas, confundidas | ||
cual la llama y su luz, | ||
nuestras almas no saben siendo una | ||
si eres yo, si soy tú. | ||
Y antes yo pensaré sin pensamiento | ||
y veré sin mirada, | ||
que no llevar dentro de mi alma, eterna, | ||
el alma cariñosa de mi amada. | ||
Despedida | ||
Cuando a un ayer..., �ayer...!, enajenado, | ||
reposaba en mi pecho tu cabeza, | ||
y mirando tus ojos, extasiado, | ||
olvidaba en tu labio nacarado | ||
con besos y sonrisas mi tristeza; | ||
�cómo entonces pensar que llegaría | ||
esta hora de dolor, negra, sin nombre, | ||
que del alma las fuentes abriría, | ||
y en lágrimas, de hiel, lágrimas de hombre, | ||
tu frente inmaculada bañaría...? | ||
Ayer... Ayer, bañaban los amores | ||
tu semblante con púdicos sonrojos; | ||
hoy... ya borran tan plácidos colores | ||
la mortal palidez de los dolores | ||
y el llanto inagotable de tus ojos. | ||
Es muy breve la vida pasajera | ||
para que con mi amor todo te ame; | ||
mas en la eternidad mi alma te espera... | ||
Dame el último adiós..., tus labios dame..., | ||
y acuérdate de mí, cuando me muera...! | ||
Si en este instante de supremo duelo, | ||
si en esta inolvidable despedida | ||
una gota cupiera de consuelo, | ||
la tendría para llenar mi vida: | ||
un beso y una lágrima... �Hasta el cielo! | ||
Adiós a Jalapa | ||
Tierra de bendición, tierra querida, | ||
para siempre quizá de ti me alejo, | ||
y con mi adiós te dejaría mi vida, | ||
pues que del alma la mitad te dejo. | ||
Adiós, tu azul y trasparente cielo, | ||
y la sombra nupcial de tus palmares, | ||
y allá de tus confines tras el velo | ||
la línea opaca de los vagos mares. | ||
Adiós, Jalapa, lánguida paloma | ||
que reposa a la margen de la fuente, | ||
entre los bosques de fragante aroma, | ||
al ruido sonoroso del torrente. | ||
El ángel de la noche misterioso | ||
bajo su negro pabellón de estrellas | ||
te besa con el beso del esposo, | ||
abre sus alas y te aduerme en ellas. | ||
Y la aurora te encuentra todavía | ||
envuelta en los cendales de la niebla, | ||
hasta que te despierta la armonía | ||
con que el zenzontli tu recinto puebla. | ||
Eres grata y gentil como la palma | ||
del desierto, en la arena abrasadora, | ||
frente a do llega enamorada el alma | ||
la sed a mitigar que la devora. | ||
Por eso te idolatra quien te mira | ||
y no te olvida quien de ti se aleja, | ||
y en cada adiós que el corazón suspira | ||
algo del mismo corazón te deja. | ||
�Cuántas veces al rayo de tu luna | ||
cercado de mis dulces ilusiones, | ||
he soñado la gloria y la fortuna | ||
al arrullo de amor de mis canciones! | ||
�Cuántas veces sintiendo por mi frente | ||
los besos de tu brisa perfumada, | ||
algo divino descendió a mi mente | ||
iluminando el ánima turbada! | ||
�Cuántas veces entonce el arpa mía | ||
cayó a mis plantas impotente y rota... | ||
que decir a los hombres no sabía | ||
la voz del cielo que en tus auras, flota! | ||
�Cuántas veces también el alma quiso | ||
al verte a ti, jardín de las delicias, | ||
la mujer sin rival del Paraíso | ||
para morir de amor con sus caricias! | ||
Y la encontré tal vez... Y vi su sombra | ||
en el misterio de la noche en calma... | ||
�Una mujer...! �Mi boca no la nombra | ||
pero la llevo aquí, dentro del alma! | ||
�Una mujer...! la creó mi fantasía, | ||
la soñó mi ilusión, mi amor ansiola, | ||
la encontré, la adoré, la llamé mía, | ||
y en mi alma vive refulgente y sola. | ||
Única fe que el corazón cautiva, | ||
yo la idolatro, con mi vida entera, | ||
con inmensa pasión mientras que viva, | ||
con infinito amor cuando me muera. | ||
Y te dejo también, luz de mi cielo, | ||
única flor de mi desierta vida; | ||
solo y perdido en apartado suelo | ||
�qué hará mi alma entre los dos partida? | ||
Sin ti �qué seré yo...? Sombra que vaga | ||
en medio de la noche del desierto, | ||
lámpara de esperanza que se apaga, | ||
corazón: �ay! en desamparo muerto. | ||
Cuando esté lejos de tus ojos bellos, | ||
ojos divinos que por mí lloraron, | ||
acuérdate �ay! que con pasión en ellos | ||
mis labios tantas lágrimas secaron... | ||
Acuérdate �ay! que con la fe del niño | ||
me entrego de tu amor a la confianza, | ||
que es la vida de mi alma tu cariño | ||
y el alma de mi vida tu esperanza. | ||
�Acuérdate �ay! que tu celeste nombre | ||
le solloza mi labio balbuciente; | ||
que mi primera lágrima de hombre | ||
al decirte mi adiós, cae en tu frente... | ||
Adiós, Jalapa, búcaro de rosas; | ||
manantial a la sombra de la palma, | ||
región de los ensueños, de las diosas, | ||
y de las dichas que idolatra, el alma. | ||
Quédate, adiós, encantadora tierra | ||
de mi fe, de mi amor, de mi ventura... | ||
Hondo sollozo mi garganta cierra, | ||
al decirte el adiós de mi ternura. | ||
Acaso, ya jamás... jamás -�quién sabe!- | ||
a verte volveré, suelo querido; | ||
tal vez mi vida solitaria acabe lejos, | ||
muy lejos de mi Edén perdido. | ||
Adiós, la última vez, tierra querida, | ||
nido primaveral de mis amores, | ||
que vuelva a verte... y a encontrar perdida, | ||
una modesta tumba, entre tus flores. | ||
Adiós | ||
Adiós para siempre, mitad de mi vida, | ||
una alma tan sólo teníamos los dos; | ||
mas hoy es preciso que esta alma divida | ||
la amarga palabra del último adiós. | ||
�Por qué nos separan? �No saben acaso | ||
que pasa la vida cual pasa la flor? | ||
Cruzamos el mundo como aves de paso... | ||
Mañana, la tumba; �por qué hoy, el dolor...? | ||
�La dicha secreta de dos que se adoran | ||
enoja a los cielos, y es fuerza sufrir? | ||
�Tan sólo son gratas las almas que lloran | ||
al torvo destino...? �La ley es morir...? | ||
�Quién es el destino...? Te arroja a mis brazos, | ||
en mi alma te imprime, te infunde en mi ser, | ||
y bárbaro luego me arranca a pedazos | ||
el alma y la vida contigo... �por qué? | ||
Adiós... es preciso. No llores... y parte. | ||
La dicha de vernos nos quitan no más; | ||
pero un solo instante dejar de adorarte, | ||
hacer que te olvide, �lo, pueden...? �Jamás! | ||
Con lazos eternos nos hemos unido; | ||
en vano el destino nos hiere a los dos... | ||
�Las almas que se aman no tienen olvido, | ||
no tienen ausencia, no tienen adiós! |