Tritoniada |
| ¡Cómo surgen mis memorias ante el triar alborotado! | | | |
El mar es mi padre augusto... Deja, deja que recuerde: | | | | en los viejos episodios fui tritón, enamorado | | | |
de una joven oceánida oji-verde. | | |
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Sus cabellos impregnaban de su olor mi cuerpo todo, |
5 | | | cuando trémulos mis brazos musculosos la ceñían; | | | |
sus cabellos algas eran, verdinegras, que de iodo | | | | y de ozono, los perfumes embriagantes despedían. | | |
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| ¡Qué dichoso si los besos de sus labios escarlata | | | | se posaban en mis labios, descendían por mi tronco |
10 | | | y erizando de deleite mis escamas de oro y plata, | | | | inspiraban a mi oblicuo caracol su canto ronco! | | |
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Cuántas veces en la noche, de la luna a los reflejos, | | | | en la roca hospitalaria más distante y más esquiva | | | | constelada de rojizos carapachos de cangrejos, |
15 | | | entregábase a mis ansias, melancólica o lasciva... | | |
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¡Cómo hendíamos las olas irritadas o serenas, | | | |
con su mano entre mi mano y en la suya mi pupila | | | | y qué dulces serenatas nos brindaban las sirenas | | | | en los hoscos arrecifes de Caribdis y de Scila! |
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¿Quién dio muerte a mis venturas? Un delfín gallardo y bruno. | | | | -¿Te burlaron? -Me burlaron. -¿Te vengaste? -¡Sabiamente! | | | | Demandando su tridente formidable al dios Neptuno, | | | |
los clavé sobre mi lecho de coral con el tridente! | | |
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| ¡Cómo surgen mis memorias ante el mar alborotado! |
25 | | | El mar es mi padre augusto... Deja, deja que recuerde: | | | | en los viejos episodios fui tritón, enamorado | | | |
de una joven oceánida oji-verde... | | |
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¡Dónde estás! |
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¿Qué dragones, qué tarascas en alcázares dorados | | | | te custodian, ¡oh! princesa de mis sueños incesantes, | | | | entre cofres herrumbrosos por los genios fabricados | | | | y repletos de
zafiros, de rubíes purpurados, | | | |
de amatistas nunca vistas y diamantes titilantes? |
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| ¿Qué Merlín de seculares barbas cándidas disfruta | | | | de tus núbiles frescuras y tus gracias infinitas | | |
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en lo espeso de una selva y al amparo de una gruta | | | | do se cuajan los albores de cien mil estalactitas? | | |
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¿Qué delfín de aletas de oro, por las aguas ambarinas |
10 | | | te condujo, nauta monstruo, penetrando los cristales, | | | | a los limbos penumbrosos de cavernas submarinas, | | | | entre perlas margaritas y obeliscos de corales? | | |
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¿O qué silfo, audaz tenorio con belleza y con fortuna, | | | | te llevó sobre las alas de un hipogrifo nocturno |
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o en las hebras cabalgando de algún haz de blanca luna | | | | a su alcázar verde y oro del anillo de Saturno? | | |
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Dime, dime dónde moras: iré a ti con loco empeño, | | | | quebrantando los hechizos, los conjuros y los lazos; | | | | ¡si eres sombra seré sombra, si eres sueño seré sueño, |
20 | | | si eres nube seré nube, si eres luz, seré risueño | | | |
rayo de alba o de Poniente por llegar hasta tus brazos! | | |
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Increpación |
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Que a aquél que recorriendo su ruta de asperezas | | | | haya abrevado su alma en mayores tristezas | | | |
que mis tristezas, alce la voz y me reproche... | | | | Job, Jeremías, Cristo, Daniel, en vuestra noche | | | | toda llena de angustias de redención, había |
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un astro, el astro de una ideal teoría: | | | |
Dios vino hasta vosotros, Dios besó vuestra frente; | | | | Dios abrió en vuestro cielo la brecha reluciente | | | | de una ilusión... | | |
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En mi alma todo es sombra y en ella |
10 | | | jamás ¡jamás! titilan los oros de una estrella; | | | | mi alma es como la higuera por el Señor maldita, | | | | que no presta ni fruto ni sombra, que no agita | | | | sus abanicos de hojas; sus ramas, ¡ay! desnudas, | | | | servirán a la desesperación de algún Judas, |
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¡de algún ideal tránsfuga que me besó con dolo | | | | y que por fin se ahorca desamparado y solo! | | |
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Que aquel que recorriendo su ruta de asperezas | | | | haya abrevado su alma en mayores tristezas | | | |
que las mías, levante su voz de trueno. ¿En dónde |
20 | | | están los grandes tristes? ¡Ninguno me responde! | | | | La eternidad es muda y el enigma cobarde... | | |
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Hermana, tengo frío, el frío de la tarde. | | |
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