Literatura de situaciones extremas

Ricardo Gullón

En el número 117 de «Horizon» escribe Albert Votaw sobre la que denomina «literatura de situaciones extremas». El tema de la violencia pura le parece central en la literatura contemporánea, dedicada en gran parte a tratar del hombre aislado en situaciones extremas. Las relaciones entre el señor y esclavo, entre víctima y verdugo constituyen el núcleo de esta literatura, donde las reacciones del héroe son rachas de ciega violencia con las que trata de superar su desesperación.

Kafka y su absurdo universo, y la presentación de la violencia en ciertas novelas policíacas norteamericanas, serían dos elementos esenciales en esta literatura, a la cual los existencialistas franceses, Sartre especialmente, hicieron aportes definitivos. Votaw compara la posición de los existencialistas con la de los románticos, y de su paralelo (un tanto esquemático y superficial) resulta que al sentimiento de decepción que produjo en los románticos la derrota de Waterloo, puede asimilarse el padecido por los modernos escritores al frustrarse las esperanzas fundadas por ellos en la liberación de Francia.

Más consistencia tiene, en cambio, el capítulo dedicado al universo de los campos de concentración, en torno a los cuales se ha creado una literatura que, mejor que ninguna, merece ser llamada de «situaciones extremas», pues nunca se ha llegado a tan absoluta eliminación de la persona humana. Nunca el hombre se ha sentido tan aislado, paradójicamente aislado, como en el mundo aparte de los campos. Todo lo descrito en torno a ellos está necesariamente impregnado del sentimiento de aislamiento y violencia que según Votaw, constituye la característica más notoria de la literatura de situaciones extremas.