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31

«Mientras las otras mujeres de sus poemas son una presencia immediata, feroz o jovial, ella es la imagen de la lejanía» (ibidem).

 

32

Pero «esta Fuensanta -dice Paz- ya no es el amor provinciano sino la Imagen de López Velarde» (ibidem, p. 117). Y más adelante: «La identificación de alma y amada, constante en López Velarde, es el rasgo esencial de la concepción del amor entre los provenzales y, a partir de ellos, lo que distingue nuestra idea del amor de las que han tenido otras civilizaciones» (p. 120). Aquí Paz se refiere al bellísimo libro de Denis de Rougemont, L'amour et l'Occident, París, 1956, para relacionar la herejía que él percibe en López Velarde -o sea el dualismo irreconciliable entre carne y espíritu- con la herejía de los catharos que, como Rougemont pusiera en evidencia, está en la base del «amor cortés».

 

33

La bastardilla es mía.

 

34

Freud llama retorno de lo reprimido (Wiederkehr des Verdrängten) al proceso por medio del cual los elementos reprimidos -que nunca llegan a ser completamente aniquilados por la censura- vuelven a presentarse a la conciencia disfrazados, deformados o bajo formas de compromiso. La represión, traducción del término alemán Verdrängung (en francés refoulement; en italiano rimozione) es la «operation par laquelle le sujet cherche à repousser ou à maintenir dans l'inconscient des représentations (pensées, images, souvenir) liées à une pulsion. Le refoulement se produit dans les cas où la satisfaction d'une pulsion -susceptible de procurer par elle même du plaisir- risquerait de provoquer du déplaisir à l'égard d'autre exigences» (Jean Laplanche y J. B. Pontalis, Vocabulaire de la psychanalise, Presses Universitaires de France, París, 1967, pp. 392 y ss.). En los versos citados se observa, al mismo tiempo, la voluntad consciente de reprimir ciertas pulsiones oscuras no bien definidas («las plantas venenosas») y la admisión de esa parte de la personalidad, aunque considerándola maligna o enferma. Esta admisión es, por lo tanto, un compromiso entre la pulsión que tiene como objeto a Fuensanta y la concepción que la vuelve intocable. De hecho, Fuensanta no se nombra. Pero -dice Lacan citando a Freud- «la rimozione non può essere distinta da quel ritorno del rimosso per cui ciò di cui il soggetto non può parlare, lo grida con tutti i pori del suo essere» (Lacan, Scritti, Einaudi, Turín, 1974, vol. I, p. 378). El deseo de poseer a Fuensanta regresará continuamente modificado y sublimado en diversas formas.

 

35

Creemos con Phillips, Op. Cit., p. 140, que el poema está dedicado a Fuensanta, aunque sea de 1915. Hay en cambio quien opina que está dedicado a Margarita Quijano, la musa de Boca flexible, ávida... Véase al respecto Pedro de Alba, Las mujeres y los amigos de Ramón López Velarde, La última carta literaria de don Pedro de Alba, «Novedades», 8 de enero de 1961.

 

36

Del mismo modo llama «hermanas» a las provincianas (v. A las vírgenes, ZO), pero ya vimos que éstas son una multiplicación de Fuensanta.

 

37

O. Paz, Cuadrivio, cit., pp. 92-93.

 

38

Carmen de la Fuente, López Velarde. Su mundo intelectual y afectivo, Federación Editorial Mexicana, México, 1971, p. 49.

 

39

S. Freud, Tótem e tabù, cit., pp. 188-197.

 

40

Se trata de La vendedora de pájaros, ya citada, publicada en «El Regional» el 3 de julio de 1910, más tarde recogida en Don de Febrero, en Obras, cit., pp. 288-289.