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ArribaAbajoCapítulo III

Arribo al Valle de México de los Chalmecas, Olmecas y Xicalancas. Estos y los Olmecas prosiguen su peregrinación. Llegan al territorio de Tlaxcala. Ruinas de sus antiguas poblaciones. Las de la tribu Zacateca. Arribo de una tribu Chichimeca. Lengua y dialectos de los pobladores. Se establece aquella en Poyautitlan, territorio de Tetzcuco. Etimología del nombre Chichimeca. Convertido en un título y renombre honoríficos. Carácter feroz y costumbres salvajes de los Chichimecas. De ellos han tomado su denominación los bárbaros que hoy llamamos Mecos.


Habiendo poblado México y toda su comarca y redondez de la laguna, al cabo de tanto tiempo vinieron los Ulmecas, Chalmecas y Xicalancas27, unos en seguimiento de otros; y como hallasen toda la tierra ocupada y poblada, determinaron de pasar adelanta a sus aventuras, y encaminaron hacia la parte del volcán y faldas de la sierra nevada, donde se quedaron los Chalmecas, que fueron los de la provincia de Chalco, porque quedaron en aquel lugar poblados; y los Ulmecas y Xicalancas pasaron   —20→   adelante atravesando los puertos y otros rodeándolos, hasta que vinieron a salir por Tochimilco, Atlixco, Calpan y Huexotzinco, hasta llegar a la provincia de Tlaxcala. Aunque antes de llegar a ella vinieron tomando el tiento, reconociendo la disposición de la tierra, hasta que hicieron su asiento y fundaron donde está ahora el pueblo de Santa María de la Natividad, y el Huapalcalco junto a una ermita que llaman de Santa Cruz, que los naturales llaman Texoloc, y Mixco, y Xiloxochitla donde está la ermita de San Vicente, y el cerro de Xochitecatl y Tenayacac donde están dos ermitas a poco trecho una de otra que se llaman de San Miguel y de San Francisco, que por medio de estas ermitas pasa el río que viene de la   —21→   sierra nevada de Huexotzinco; y aquí en este sitio hicieron los Ulmecas su principal asiento y poblaron, como el día de hoy nos lo manifiestan las ruinas de sus edificios, que según las muestras fueron grandes y fuertes; y así las fuerzas y barbacanas, albarradas, fosas y baluartes, muestran indicios de haber sido la cosa más fuerte del mundo, y ser obrada por mano de innumerables, y gran copia de gentes la que vino a poblar, porque donde tuvieron su principal asiento y fortaleza es un cerro o peñol que tiene casi dos leguas de circuito, y en torno de este peñol, por las entradas y subidas, antes de llegar a lo alto de él tiene cinco albarradas y otras tantas cavas y fosas de más de veinte pasos de ancho, y la tierra sacada de esta fosa servía de bastión o muralla de un terrapleno muy fuerte, y la hondura de las dichas cavas debía de ser de gran profundidad28, porque con   —22→   estar como están arruinada de tantos tiempos atrás, tienen más de una pica en alto; porque yo he entrado dentro a caballo de alguna de ellas, y de industria las he medido, que un hombre a caballo y con una lanza aun no alcanza a lo alto en muchas partes, con haberse tornado a henchir de tierra con el tiempo y con las avenidas de aguas de más de trescientos y sesenta años a esta parte: las cuales fosas y albarradas ciñen toda la redondez del cerro, que no debió de ser de poca fuerza ni menos reparo en aquellos tiempos; y en ese dicho Peñol hay muchos indios poblados hoy en día en partes, y va cavada por peña viva, y se aprovechaban de muchas cuevas en que vivían en ese cerro; y en este fuerte tan antiguo, tan inexpugnable, en las cumbres   —23→   de él y en la sierra de Tlaxcala que llaman Matlalcueye, y en lo alto y cumbre de Tepeticpac, se retiraron y guarecieron las mujeres y niños, cuando el Capitán Hernando Cortés y sus compañeros vinieron a la conquista de esta tierra y entraron por esta provincia de Tlaxcala, hasta que se le dio su paz y seguridad.

Demás de esta población tan antigua, hubo otras en los llamados de San Felipe, que serán dos leguas adelante hacia la parte del Poniente, en cuanto a nuestro centro, en parte llana y escombrada; así mismo hubo otra de los propios Ulmecas, Xicalancas y Zacatecas, cuyo caudillo de ellos fue uno que llamaban Coxanatccuhtli29, que según parece, estos primeros pobladores vinieron en tres legiones de las siete cuevas, que unos y otros eran de un lenguaje y de una misma disposición y traza, los cuales tuvieron poblado más de cuatro leguas de tierra en diversos lugares de esta provincia, cuyos edificios son conocidos   —24→   aunque deshechos y arruinados, y éstos se pueden tener por los primeros pobladores de esta provincia de Tlaxcala que poblaron sin defensa ni resistencia alguna, porque hallaron estas tierras inhabitadas y despobladas.

Y estando en estos sus poblaciones quietos y seguros mucho tiempo, continuando en su quieta paz y sin imaginar cosa en contrario, llegaron los Chichimecas sediciosos y crueles con la sedienta ambición, últimos pobladores y conquistadores de esta provincia de Tlaxcala cuyo principio y origen...30 copiosamente según y de la manera que han venido prosiguiendo hasta que se sujetaron estas tierras y habitadores, y hasta que las pusieron debajo de su dominio, bien y así de la manera que lo tratan sus crónicas y cantares cifrados en suma, según su modo, olvidados ya de la cuenta que tenían en los tiempos que estas cosas acaecieron y en qué edades, que hacen no pequeña falta para nuestra satisfacción, aunque no dejaremos de poner algunos números de su cuenta y edades que ellos seguían.

Habiendo, pues, de tratar de la venida de los Chichimecas31 que fueron los postreros y últimos habitadores de esta provincia de Tlaxcala, la cual fue muchedumbre de gentes, que así mismo tienen noticia que puede haber trescientos años poco más o menos que vinieron con ejércitos formados, a poblar y buscar tierras en que habitar como las demás gentes que antes habían venido; y así estas gentes vinieron de las siete cuevas en su demanda y busca de estotras gentes que se habían adelantado,   —25→   siguiéndoles el rastro que habían traído en su venida, maquinando por diversas partes del mundo, peregrinando por grandes desiertos, arcabucos y serranías y grandes y muy ásperas montañas, como referido tengo, en demanda y busca de los Culhuas y Tepanecas y Aculhuaques, Chalmecas, Ulmecas y Xicalancas, deudos y parientes suyos, todos de una descendencia, linaje y lenguaje y frasío, aunque en cada provincia tenían su diferente manera de hablar, tan solamente en su consonancia o sonsonete que le quisieron dar por diferenciarse en esto, mas en todo lo demás todo es una cosa32, aunque es tenida la lengua mexicana por materna y la tezcucana por más cortesana y pulida, y salidas de éstas, todas las demás lenguas son tenidas por groseras y toscas, y en esta forma se va entorpeciendo mientras más se van desviando las provincias de México. Presupuesto que toda sea una lengua y una cosa que se entienda, esta es la que corre en esta Nueva España y la mayor parte del nuevo mundo, y a donde quiera en estas portes prefiere a las demás lenguas, y33 extendida por todas las naciones de ella; y así las otras lenguas son tenidas por bárbaras y extrañas, y entre este barbarismo la hablan comúnmente, y tienen intérpretes mexicanos que la dan a entender y se precian y estiman de saberla hablar: es una lengua la más amplia y copiosa que se ha hallado; después de la dignidad, es suave y amorosa y en sí muy señoril y de gran presunción, compendiosa y fácil y dócil, que no se le halla fin ni cabo, y se pueden con facilidad componer versos en la propia lengua con mensura y consonancia.

Venidos, pues, en seguimiento como atrás dejamos dicho, de sus deudos y parientes, de tierra en tierra y de provincia en provincia, hallaron la mayor parte de la tierra ocupada y poblada de sus propios deudos; y con la noticia de cómo adelante estaban las mayores poblaciones, siempre fue su designio de pasar   —26→   adelante como lo hicieron; y así de lance en lance, y de tierra en tierra llegaron a la provincia de Xilotepec, y de Hueypuchtlan, y a Tepotzotlan y Quauhtlinchan donde pararon y estuvieron algún tiempo; y allí trataron de grandes y muchos partidos con los Culhuas y Tepanecas Mexicanos que tenían poblada la redondez de la laguna y toda su comarca y marisma34.

Vista la multitud grande que allí había llegado de gentes Chichimecas, y la estrechura que había de tierras, procuraron de proseguir su viaje hacia la provincia de Tetzcuco donde era la cabeza y señorío de los Aculhuaques Tetzcucanos; y como hubiesen llegado de cerca de esta provincia, fueron muy bien recibidos de los Señores de aquella tierra, sabiendo y entendiendo que eran todos unos y de una generación, deudos y parientes, y venidos de una patria y tierra; y viendo que no tenían tierras en que poder poblar tantas gentes, los acomodaron y se señalaron un sitio donde pudiesen asentar su campo, y en el inter que hallaban   —27→   donde poder poblar; y así poblaron junto a la laguna de entre Tetzcuco y Chimalhuacan, arrimados a la falda de la sierra y montaña de Tetzcuco, que los naturales llaman los llanos de Poyauhtlan; que hoy en día pretenden acción y derecho de estas tierras los naturales de Tlaxcala, porque en efecto fueron suyas por merced y donación que los Señores y Rey de Tetzcuco les hicieron: y así poblaron los Chichimecas, que su principal asiento y poblazón fue donde es ahora el pueblo de Cohuatlichan cerca de la laguna mexicana sujeta de Tetzcuco.

Fue el año de su fundación Ome Tecpatlxihuitl que llaman año de dos pedernales35: siempre estuvieron en continua arma y vela, porque aunque los naturales de aquellas provincias les habían dado tierras y hubiesen recibídolos de paz, hospedándolos y regalándolos con muchas mercedes y caricias, no se fiaban del todo de ellos, porque temían no les hiciesen alguno traición y cogiesen descuidados, como suele suceder en semejantes casos: y estando como estuvieron tanto tiempo poblados en estos llanos de Poyauhtlan, se sustentaban de cazas, como Chichimecas, por ser como eran muy grandes arqueros y cazadores de arcos y flechas, y aventajados con esta arma más que otras nacioses36: que Chichimecas propiamente quiere decir hombres salvajes, como atrás dejamos referido, aunque la derivación de este nombre procede de hombres que comían las carnes crudas y se bebían y chupaban las sangres de los animales que mataban, porque Chichiliztli es tenido en la lengua mexicana por mamar, y Chichinaliztli por cosa que chupa, y Chichihualli es la teta o la ubre; por manera que como estas gentes, así como mataban y se bebían la sangre, era tenida por una gente muy cruel y feroz, de nombre espantable y horrible entre todas las naciones de estos partes; y por esta derivación de chupadores que   —28→   quiere decir en la lengua mexicana Chichimeca Techichinani37; y así los que proceden de estos Chichimecas son tenidos y estimados en mucho; y así mismo llaman a los perros Chichime porque lamen la sangre de los animales y la chupan; finalmente, que los que proceden de estos Chichimecas por línea recta y derecha sucesión muy estimados, y ha quedado este nombre de Chichimecas el día de hoy ya arraigado tanto, que todos aquellos que viven como salvajes y se sustentan de cazas y monterías y hacen crueles asaltos y matanzas en las gentes de paz, y aquellos que andan alzados con arcos y flechas como alarbes, son tenidos y llamados Chichimecas; especialmente en los tiempos de ahora son los más crueles y espantosos que jamás lo fueron, porque en otros tiempos que ha menos de cuarenta años no mataban sino cazas y animalías fieras y silvestres, y ahora matan hombres, y saltean caminos y hacen grandes estragos e inauditas crueldades en los españoles y en sus haciendas y estancias que no se pueden averiguar con ellos; por manera que el nombre de Chichimecas que solía ser la cosa más noble que entre los naturales había, ha venido a ser y a parar que los que llaman el día de hoy Chichimecas, se han de entender por hombres salteadores y robadores de caminos y todos aquellos que son indomésticos, que habitan las tierras remotas de la Florida y la demás tierra que está por ganar y por conquistar; todos tienen este nombre de Chichimecas, y esto se entiende en la lengua mexicana culhua de la Nueva España, y de estos Chichimecas se podrían tratar de sus hechos y hazañas muy espantosas cosas muy temerarias, y de muy gran encarecimiento de sus ánimos y acometimientos que no se puede tratar en breve suma, porque han sido sus hechos temerarios tan grandes y tan espantosos, que casi han tenido rendida la tierra con harta costa de los nuestros, y así no han podido ser sujetados: poseen grandes tierras y muy ricas de metales de plata, que en algún tiempo será Dios servido se labren y descubran, y otras tierras   —29→   y gentes de otras naciones, porque hay gran noticia de ellas, que son las tierras de donde vinieron los mexicanos; finalmente, que con estos Chichimecas se han señalado muchos Capitanes famosos de nuestros españoles, y muerto los más de ellos continuando la milicia más cruel y bárbara que ha habido en el mundo, con arco y flechas, y desnudos en carnes sin otro algún reparo ni defensa.



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ArribaAbajoCapítulo IV

Camaxtli. Deidad tutelar de la tribu Chichimeca. Hechiceros y mágicos. Temores y desconfianzas que inspiran a los vecinos. Les hacen la guerra. Sangrienta batalla en Poyauhtlan en que queda vencedora. Fiesta o banquete instituido en su conmemoración. Origen fabuloso del nombre del marisco llamado Ezcahuitl. Se retira la tribu del territorio de Tetzcuco por mandato de su Dios Camaxtli. Hace antes las paces con los Culhuas y Tetzcucanos. Emprende su peregrinación con dirección a Chalco.


Tornando a nuestro principal propósito, aquellos sinceros y antiguos Chichimecas que vivieron a las poblazones y en seguimiento de sus parientes y amigos, trajeron por ídolo y adoraban por Dios a Camaxtli, los cuales eran grandes cultores de los demás dioses e ídolos, que los veneraban sus preceptos e instituciones y promesas que les hacían. Este ídolo Camaxtli no pudo ser sino el mismo demonio, porque hablaba con ellos, y les decía y revelaba lo que había de suceder, y lo que habían de hacer, y en qué partes y lugares habían de poblar y permanecer38. Eran así mismo estos Chichimecas grandes hechiceros y nigrománticos, que usaban del arte mágico con que se hacían   —32→   temer, y así eran temidos39, por cuya causa no los osaban enojar las gentes vecinas y comarcanas; y con esto se sustentaron muchos tiempos en Poyauhtlan, donde tuvieron su habitación algunos tiempos.

Visto por los comarcanos que iban ocupando muchas tierras, y que grandemente se iban apoderando de ellas y enseñoreándose, les tuvieron recelo y temor de que en algún tiempo no prevaleciesen tanto, que después viniesen a ser señores y que los viniesen a sujetar, y así mismo porque estos Chichimecas comenzaban a hacerles mala vecindad y algunos malos tratamientos, por quererse ensanchar y extender, de cuya causa los Tepanecas y Culhuas mexicanos, que estaban muy conformes y confederados, trataron de desviarlos y echar de Poyauhtlan, y que se fueran a poblar a otras partes, por lo cual les movieron guerra de parte de estos Tepanecas Culhuas mexicanos, reinando en México Huitzilihuitzin el año que ellos llamaban Cetochtli Xihuitl, año de un conejo40, para la cual se   —33→   juntaron grandes huestes por la laguna y por tierra y vinieron a dar sobre los Chichimecas de Poyauhtlan; los cuales, como fuesen gente belicosa y feroz, y a la continua estuviesen sobre el aviso, no estaban tan descuidados que no les salieran al encuentro con gran furia a defender y resistir su partido, defendiéndose con esfuerzo y ánimo terrible, y de tal suerte y manera que dicen las historias y antigüedades que desde donde está el pueblo de Cohuatlichan hasta el pueblo de Chimalhuacan y toda aquella marisma y orilla de la laguna, no había otra cosa sino arroyos de sangre y hombres muertos, de tal suerte y manera, que el agua de la laguna por toda aquella ribera no parecía ser agua, sino pura sangre y laguna de sangre, toda ella convertida en sangre; y con un buen esfuerzo y maña corrieron y desbarataron a sus enemigos con gran afrenta, y se volvieron victoriosos y llenos de gloria a su principal asiento; y en memoria de tan sangrienta batalla comen los naturales de allí cierto marisco que en esta laguna se cría, que tiene por nombre Izcahuitli, de lo cual hay mucha cantidad: tiene color de sangre requemada, cara leonada y a manera de lama colorada, en la cual lama se coge mucha cantidad, y la tienen por granjería los pescadores de allí, y así quieren decir que de la sangre que allí se derramó, se convirtió aquella lama y marisco de aquella color, lo cual es fábula; mas sólo quedó en memoria de aquella guerra y cruel estrago que hubo en ella a manera de encarcelamiento, porque sangre en la lengua mexicana se llama eztli y así (por corrupción del vocablo) se llama esta lama Izcahuitl.

Pasada esta gran guerra entre los mexicanos Tepanecas con los Chichimecas, determinaron de irse de allí; y para pasar adelante en busca de tierras más extendidas y anchas donde más a su sabor y gusto estuviesen, y salir de aquella estrechura en que vivían, mayormente porque entendían estar malquistos con sus vecinos comarcanos, y porque así mismo su Dios Camaxtli les   —34→   decía que alzasen su real, que no había de ser allí su permanencia, que adelante habían de pasar a donde habían de amanecer y anochecer, dándoles a entender donde habían de ser Señores supremos y vivir con descanso y quietud, porque dice la metáfora Uncantonazoncantlathuiz, oncanyazque ayancomican41 «adelante habéis de pasar y no es aquí aún donde ha de amanecer y hacer sol, y resplandecer con sus prósperos y refulgentes rayos». Y estando tan malquistos con sus vecinos y que forzosamente habían de tener reencuentros y pesadumbres; y por evitar tan grandes ocasiones e inconvenientes, trataron con los Señores Tetzcucanos de cómo se querían ir y desviar de los Tepanecas, porque su venida no había sido con intento de pelear sino de poblar donde hallasen comodidad para ello, pues traían sus hijos y mujeres, y eran muchos, y otros ejércitos que atrás quedaban que venían en su seguimiento, y pues que los trataban tan mal que ellos querían pasar adelante, hacia las partes de donde el sol sale y llegar hasta la mar Teuhtlixco Anahuac que quiere decir «al fin de la tierra y hasta la orilla y costa de la mar»42, pues era todo desierto y despoblado; y para emprender esta jornada querían tomar su beneplácito, y que fuese con su licencia y voluntad, porque si algún tiempo les acaecían algunos infortunios y trabajos y adversidades, y los hubiesen menester   —35→   para algún socorro, que como hombres prosperados y que estaban de asiento, los favoreciesen como a hermanos, amigos y parientes.

Y así en esta despedida y apartamiento pasaron grandes negocios de la una parte y de la otra con los Aculhuaques Tetzcucanos, y al fin quedaron resueltos en que se fuesen, y que buscasen asiento donde pudiesen poblar a su voluntad; y antes de esta partida para más favorecerlos, les dieron adalides y guías que los guiasen por las sierras altas de Tetzcuco, y que les mostrasen desde la más alta cumbre de aquellas montañas y sierras de Tlallocan, altísimas y umbrosas, en las cuales he estado y visto, y puedo decir que son bastantes para descubrir el un hemisferio y el otro, porque son los mayores Puertos y más altos de esta Nueva España, de árboles y montes de grandísima altura, de cedros, cipreses y pinares, que su belleza no puedo encarecer con palabras, que parece llegan al cielo por orden de naturaleza; y pues con palabras no puedo explicar los conceptos que a esto me inspiran, supla el buen entendimiento del discreto lector. Dejando aparte la sierra nevada y el volcán que son más altas que estas montañas, puso el artífice del mundo uno de los principales ornatos de su creación, que de la una parte se descubría todo el reino de los mexicanos Tepanecas y su grande laguna, por la otra el reino y provincia de Tlaxcala, Cholulla, Huexotzinco, Quauhquecholla, Tepeyacac, Tecamachalco y otras provincias de innumerables naciones, que visto lo uno y lo otro, se dan inmensas gracias al Artífice Universal de todo lo creado, mayormente el día de hoy, que visto el retruécano que el verdadero Dios ha obrado con los suyos, se dan inmensas y sempiternas gracias y loores, que lo que el demonio y señoreado tenía43,   —36→   esté el día de hoy reducido al verdadero Dios y su Iglesia militante. ¿Quién no se harta de llorar de puro contento? ¿Quién no se goza con alegría sublimada con milagros tan conocidos y tan a las claras obrados, que al cabo de tantos millares de años haya sido Nuestro Señor servido de traer en conocimiento de su Santa Fe, tantas y tan innumerables gentes y naciones? ¿A su Divina Majestad se dan las alabanzas y gracias por tantas mercedes como cada día obraron sus criaturas racionales? Subidos los Chichimecas con los adalides a las sierras de Tlallocan44, descubrieron y divisaron desde allí grandes y amplísimas tierras, valles, sierras y llanos con sus ríos y fuentes, casi como otro nuevo mundo o nuevo hemisferio; y como los atalayas hubieron visto tan grandes tierras despobladas, que de noche ni de día hubiese fuegos ni moradas, conocidamente vieron que eran tierras desiertas, yermas, habitables y por poblar, y con esta noticia bajaron de la sierra, y dando relación y noticia de lo que habían visto, hicieron grandes fiestas y solemnidades, especialmente los Chichimecas a su ídolo Camaxtli, el cual dicen que les dijo hablando con ellos, que comenzasen a caminar, que aquella era la tierra en que habían de poblar y a donde habían de permanecer señoreando, y que comenzaran a marchar que ya era tiempo de no estar más en aquella provincia de Poyauhtlan, ni entre Aculhuaques; mas que en sus necesidades y trabajos, les darían favor y ayuda y grandes socorros de gentes a su tiempo y cuando fuese menester.

De esta manera alzaron su Real y población, y comenzaron a caminar con mujeres e hijos hacia Chalco, la mayor parte de ellos; aunque quieren decir afirmativamente que algunas cuadrillas   —37→   de éstas caminaron hacia la parte Norte a poblar las provincias de Tullantzinco, por no subir ni atravesar las grandes serranías y puertos de la sierra nevada y volcán de Amaquemecan45. Acaecieron estas cosas desde el año ome Tecpatl, que fue el año que poblaron en los llanos de Poyauhtlan los Chichimecas por consentimiento de los Señores de Tetzcuco, y el año de tres Calli, y el año de cuatro Tochtli, y el año de cinco Acatl, y el año de seis Tecpatl, y el año de una Casa que es ce Calli, y el año de cinco Tochtli y el año de nueve Acatl, y el año de diez Tecpatl, y el año de once Calli, y el año de doce Tochtli, y el año de trece Acatl y el año de dos Tecpatl, y el año de dos Calli que fue el año que llegaron a la provincia de Chalco Amaquemecan, después de la salida que hicieron de los llanos de Poyauhtlan46.



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ArribaAbajo Capítulo V

Inmigración de la tribu Chichimeca que fundó a Tlaxcala. Derrotero. Divinidades que traía. Caudillos. Genealogía de los Reyes de Tetzcuco. Monogamia. Poblaciones que fundó. Los Teuhtli o Tecuhtli, especie de orden militar de caballería. Ceremonial.


Antes de que pasemos de aquí, nos pareció tratar de las jornadas que vinieron haciendo los Chichimecas desde que desembarcaron o pasaron aquel pasaje del agua y río o estrecho de mar47, el año que tienen los naturales por su cuenta que dicen de esta manera. Año de cinco Tochtli llegaron a las siete cuevas y de las siete cuevas vinieron a Mazatepec, en cuya provincia   —40→   dejaron a Itztolli48 Axiunel personas principales; y de Mazatepec vinieron a la provincia de Tepenenec49 que quiere decir en el cerro del Eco, y aquí mataron a Itzpapalotl, el cual mató Mimich a flechazos; y de aquí vinieron a Comayan50 donde tuvieron grande guerra, hasta que por fuerza la destruyeron y ganaron; y de esta provincia de Comayan vinieron a la provincia de Culhuacan y a Teotlacochcalco y a Teohuitznahuac: aquí quisieron flechar y matar a una Señora Cacica que se llamaba Cohuatlicue, Señora de esta provincia, a la cual no flecharon, antes hicieron amistades con ella y la hubo por mujer Mixcohuatl Camaxtli, y de esta Cohuatlicue y Mixcohuatl Camaxtli nació Quetzalcohuatl51; por cuya causa y razón dejo atrás declarado,   —41→   que aunque Quetzalcohuatl dijo que vino por la parte Norte y por Pánuco, y de Pánuco por Tulantzinco y por Tula donde tuvo su habitación, todos estos vinieron por la vía del Poniente, y que como fuesen personas tan principales y de grandes habilidades, los tuvieron por dioses, especialmente Camaxtli, Quetzalcohuatl y Tezcatlipuca, y todos los demás ídolos; sino que vinieron discurriendo por diversas partes de este nuevo Mundo, y así estos que tuvieron por dioses debían ser nigrománticos, hechiceros y encantadores o brujos, o tenían hecho pacto o connivencia con el demonio, porque les hacía o52 por conjeturas alcanzar muchas cosas de las porvenir, o eran hombres nacidos de íncubos, pues tanto dominio tenía el demonio sobre ellos, que bastaran para pervertir tantas y tan numerosas naciones de gentes.

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Habiendo nacido Quetzalcohuatl en esta provincia de Tehuitznahuatl, les hizo grandes fiestas Xicalan53, y les dio de presentes grandes dádivas de ropas de algodón; y de esta provincia los llevó a Aculhuacan, y aquí dio el dicho Xicalan una hermana suya llamada Coyollimaquiz a un principal llamado Tzontecomatl, de cuyos padres nació Acul, y de éste nació Huehueyac, y éste hubo a Ilanaceytl Atotoz54 y esta dicha Atotoz hubo Quetzalchihuatzin55. Y de Ixtlilxochitl nació y hubieron por hijo a Nezahualcoyotl, y de éste nació56 (que fue el Lobo ayunador de que atrás hicimos mención) Netzahualpilzintli hijo, de donde proceden los Señores de Tetzcuco por línea recta57.

Habiendo, pues, pasado por tantas tierras y provincias como atrás dejo referido, vinieron a pasar58 a Hueypuchtlan y Tepotzotlan. En esta provincia se armaron caballeros Culhuatecuhtli, y Xicalan se llamó Tecpanecatl, porque en esta ceremonia se trocaban los nombres, porque así era permitido por grandeza, y este que se llamaba Cetecpatl lo llamaron Mixcohuatecuhtli, y Mixcohuatl se llamó Chichimecatecutli y estos59 que voy nombrando   —43→   fueron los principales caudillos que trajeron estas gentes y sus mujeres, y a esta causa los voy aquí nombrando por sus nombres antiguos y a sus mujeres, porque hoy en día viven muchos principales de la descendencia de éstos, lo cual no pusimos al principio, que allí se había de hacer relación de éstos; mas no se ha perdido coyuntura, pues se deja entender que lo hacemos por dar noticia de los principales caudillos que hubo en el origen de estas poblazones, desde donde comenzaron esta su muy larga itineraria, inaudita peregrinación60. Finalmente, que Mixcohuatl y Hueytlapatli, Pantzin y Cocoltzin fueron caudillos de estos gentes: Xonecuilinan fue mujer de Xicalan y Cetecpatltecuhtli tuvo por mujer a Yacaxoxouhqueilama, y Mixcohuatecuhtli tuvo por mujer a Totonilama; llamose el hijo de Xicalan Mazatlheuhue, que casó con la hija de Cotecpatltecuhtli que se llamó Centecihuatzin, de quien nació Tochtzin y Apanecatzin; y Cetecpatl   —44→   hubo por hijo a Apantzin, y Mixcohuatl hubo por hijo a Acontzin.

Se ha de advertir, que en aquella era, los Chichimecas no tenían más de una mujer, y hoy en día los indomésticos que no tienen más de una, tienen en mucho los hijos varones que les nacen y aborrecen a las hijas; los padres crían a los varones y a las hembras les madres: por manera que como hubieren llegado a Poyauhtlan el año de dos Tecpatl y tres Calli y cuatro Tochtli y cinco Acatl y seis Tecpatl y siete Calli y ocho Tochtli y nueve Acatl y diez Tecpatl y once Calli y doce Tochtli y trece Acatl Inanlir Tonalli61, y el de un pedernal que es Cetecpatl Xihuitl fue el día que salieron de Poyauhtlan los Chichimecas y dejaron allí a Chimalcuixintecuhtli, y éste fue a las provincias de Quauhchinanco con mucha parte de estas gentes a poblarlas, que es hacia la parte del Norte, y halló poblado allí a Macuilacatlecuhtli, el cual lo recibió muy bien y de paz, y le dio mujer con quien casó allí en Tollantzinco, y lo mismo hizo con Quauhtotolamihua62.

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De estas gentes se poblaron grandes provincias, como fue toda la sierra y costas del mar, como Tuzapan, Papantla, Tonaliuhco, Muxtitlan63, Achchalintlan y Nauhtlan. Los que se armaron caballeros en Poyauhtitlan fueron: Ixcoatl, Acolpitecuhtli que se llamó Pantzintecuhtli, y Tecpanecatl Cocotzin se llamó Mixcohuatecuhtli, y Hueytapachtli se llamó Chichimecatecuhtli.

Esta ceremonia de armase caballeros los naturales de México y Tlaxcala y otras provincias de la lengua mexicana64, es cosa muy notoria; y así no nos detendremos en ello más de pasar sucintamente. Es de saber que cualquier Señor o hijo de Señores, que por sus personas habían ganado alguna cosa en la guerra o que hubiesen hecho o emprendido casos señalados y aventajados, como tuviese indicios de mucho valor y que fuese de buen consejo y aviso en la República, le armaban caballero; lo mismo que hacían con los mercaderes ricos, que como fuesen tanto que por sus riquezas se ennoblecían, y hacían negocios de Hijosdalgo y caballeros, los armaban caballeros por dos; diferentemente que los caballeros de línea recta, porque los llamaban Tepilhuan: al mercader que era armado caballero y a los finos65 que por descendencia lo eran, los llamaban Tecuhtles66. Estos se armaban caballeros con muchas ceremonias, porque ante todas cosas estaban encerrados cuarenta o sesenta días en un templo de sus ídolos; y ayunaban todo este tiempo, y no trataban con gentes más de con aquellos que les servían, y al cabo de los cuales eran llevados al templo mayor, y allí se les daban grandes doctrinas de la vida que habían de tener y guardar; y antes de todas estas cosas, les daban vejámenes con muchas palabras afrentosas y satíricas y les daban de puñadas con grandes   —46→   reprensiones, y aun en su propio rostro, según atrás dejamos tratado, y les horadaban las narices, y labios y orejas; y la sangre que de ellos salía la ofrecían a sus dioses. Allí les daban públicamente sus arcos, flechas y macanas, y todo género de armas usadas en su arte militar: del templo eran llevados por calles y plazas acostumbradas, con gran pompa, regocijo y solemnidad. Poníanles en las orejas orejeras de oro, y bezotes de lo mismo y en las narices, llevando delante de ellos muchos truhanes y chocarreros que decían grandes donaires con que hacían reír a las gentes; pero como vamos tratando, se ponían en las narices piedras ricas, horadábanles las orejas y narices y bezos, y no con hierros ni cosa de oro ni plata, sino con huesos de tigres y leones y de águilas, agudos.

Este armado caballero hacía muy solemnes fiestas y costosas, y daba grandes presentes a los antiguos Señores y caballeros, así de ropas como de esclavos y oro, y piedras preciosas y plumería rica, y divisas, escudos, rodelas, arcos y flechas, a manera de propinas, como cuando se doctoran nuestros letrados. Andaban de casa en casa de estos Tecuhtles, dándoles éstos presentes y dádivas, y lo propio hacían estos armados caballeros después que lo eran; y se tenía cuenta de todos ellos en la República, y así no se armaban muchos caballeros pobres hidalgos por su poca posibilidad, si no eran aquellos que por sus nobles y loables hechos lo habían merecido, que en tal caso67 los caciques cabezas y los más supremos que eran reyes, pues tenían mero mixto Imperio en sus tierras, horca y cuchillo para ejecutar los casos de justicia, como en efecto era así. Finalmente, los que horadan las orejas, bezos y narices de estos que así se armaban caballeros lo eran ancianos y muy antiguos, los cuales estaban dedicados para esto; y así como para los casos de justicia y consejos de guerra, servían estos caballeros veteranos de la República, los cuales eran temidos, obedecidos y reverenciados en grande veneración y estima como atrás dejamos   —47→   dicho. Al cabo de los cuarenta a sesenta días de ayuno de los caballeros nobles, los sacaban de allí para llevarlos al templo mayor, donde tenían sus simulacros: no les horadaban entonces las orejas, narices ni labios, que son los de la parte de abajo, sino que cuando se ponían en el ayuno, entonces y ante todas cosas, les hacían estas bestiales operaciones68. En todo el tiempo del ayuno estaba en cura para que el día de la mayor ceremonia, fuese sano de las heridas para que pudiesen ponerle las orejeras y bezotes sin ningún detrimento ni dolor. En todo este tiempo no se lavaban, antes estaban todos tiznados y embijados de negro, y con muestras de grande humildad para conseguir y alcanzar tan gran merced y premio, velando las armas todo el tiempo del ayuno según sus ordenanzas, usos y costumbres entre ellos tan celebradas. También usaban tener las puertas donde estaban ayunando, cerradas con ramos de laurel, cuyo árbol entre los naturales era muy estimado.



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