Cuenta y razón: las obras atribuidas a Juan del Valle y Caviedes (un siglo de ediciones)
Enrique Ballón Aguirre
En los últimos cien años se han publicado cinco grandes ediciones de la obra atribuida a Juan del Valle y Caviedes fruto del cotejo entre los manuscritos existentes. Sin embargo, estas publicaciones distan mucho de ser homogéneas y coordinadas entre sí, no sólo por los dispares criterios editoriales de cada una al constituir el corpus sino también por las fuentes manejadas, el orden de las composiciones atribuidas al tintero y pluma caviedanos, los desajustes y número de versos en esas composiciones, su unicidad o segmentación según el caso, la muy irregular modernización de su ortografía, en fin, la uniformización de la puntuación y la escansión general. Efectivamente, tres de esas publicaciones enumeran los poemas pero sólo dos llevan índices -en un caso, bastante equívoco- de los primeros versos, la segunda no conserva la numeración en el índice y la otra ni la de ellos ni la de los epígrafes; las restantes presentan, en los índices, listas de los títulos condensados arbitrariamente. Todo esto, unido a las correcciones y supresiones con que procede cada editor, hace sumamente fatigoso conocer, no se diga parangonar, cualquier poema. De ahí procede, sin dudas, la invariable perplejidad de quienes intentan estudiar tales composiciones.
Todos sabemos que no hay mayor desazón para el lector que intente ponderar la obra de un autor o, simplemente, quiera leer un texto fidedigno, que encontrarse frente a múltiples versiones -de los editores- pergeñadas con criterios basados en imputaciones ora ideológicas ora estetizantes o en arbitrariedades amparadas en manipulaciones textuales de dudoso respaldo argumental y crítico. El capítulo precedente está dedicado a reseñar las consecuencias de semejante turbación para quien intente apreciar, de modo cabal y coherente, esta gavilla poética colonial; ahora toca dar cuenta de cómo los editores han entendido abordarla y clasificarla, a fin de disponer de una guía que por lo menos permita localizar y verificar las variaciones de los textos atribuidos a Caviedes de una edición a otra.
Las cinco ediciones y las siglas que las identificarán en esta compulsación, son las siguientes:
Siglas: | |
P | Flor de Academias y Diente del Parnaso. Edición y prólogo de Ricardo Palma. Lima: Oficina Tipográfica de El Tiempo por L. H. Jiménez, 1899. |
V-U | Juan del Valle y Caviedes. Obras. Introducción y notas de Rubén Vargas Ugarte S. J. Lima: Clásicos Peruanos I, 1947. |
R | Juan del Valle y Caviedes. Obra completa. Edición, prólogo, notas y cronología de Daniel R. Reedy Caracas: Biblioteca Ayacucho 107, 1984. |
C | Juan del Valle y Caviedes. Obra completa. Edición y estudios de María Leticia Cáceres A. C. I., Luis Jaime Cisneros y Guillermo Lohmann Villena. Lima: Biblioteca Clásicos del Perú 5 (Banco de Crédito del Perú), 1990. |
G-A | Juan del Valle y Caviedes. Obra poética I. Diente del Parnaso (Manuscrito de la Universidad de Yale), Obra poética II. Poesías sueltas y bailes. Edición, introducción y notas de Luis García-Abrines Calvo, con la colaboración de Sydney Jaime Muirden. Jaén: Diputación Provincial de Jaén, 1993 y 1994. |
Los manuscritos que han tenido a la vista y con los cuales han trabajado estos editores, han sido listados por cada uno de ellos con nomenclaturas propias y singulares. A fin de evitar confusiones mencionaré dichos manuscritos con estas otras claves en números romanos:
Siglas: | |
I | Manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Duke, Durham, Carolina del Norte. Signatura: 146, Colección peruana, número 913. |
II | Manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Kentucky, Lexinton, Kentucky. División de colecciones especiales y archivos. Signatura: 861: v2424d. |
III | Primer manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, Madrid. Signatura: Ms. 17.494. |
IV | Segundo manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, Madrid. Signatura: Ms. 8.341. |
V | Primer manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Yale. Colección de manuscritos latinoamericanos. Manuscritos y Archivos: Grupo 307, serie II, caja 18, carpeta 173. Signatura: 158. |
VI | Segundo manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Yale. Colección de manuscritos latinoamericanos. Manuscritos y Archivos: Grupo 307, serie II, caja 18, carpeta 172. Signatura: 158A. |
VII | Primer manuscrito de la Biblioteca Nacional del Perú, Lima. Signatura: B 371. |
VIII | Segundo manuscrito de la Biblioteca Nacional del Perú, Lima. Signatura: B 374. |
IX | Manuscrito de la Biblioteca del Convento de los Padres Franciscanos de Ayacucho, Perú. Signatura: B 1942. |
X | Manuscrito de La Paz, propiedad del Dr. Rolando Costa Arduz. |
En cuanto a la comparación yuxtalineal sigo la letra de los primeros versos de los poemas menos sujetos a variaciones que los títulos o epígrafes, estos últimos casi irreconocibles al pasar de una edición a otra.
He aquí la relación de las ediciones:
Al editar Palma (1899a: VII; 1899b: 335, 336) su Flor de Academias, comienza por declarar haber «creído conveniente ampliar este volumen reproduciendo las obras poéticas de Caviedes» y en tal empeño parte de la idea que «en vida fue Caviedes víctima de los empíricos y en muerte vino a serlo de la piratería literaria. Coleccionar hoy sus obras es practicar un acto de honrada reivindicación. Al César lo que es del César». Incluye entonces allí como «complemento» las composiciones atribuidas a Caviedes y aprovecha también de la coyuntura para «hacer algunas correcciones sustanciales» a la publicación que él mismo prologara en 1873 a partir de la «copia de los versos de Caviedes, hecha en 1695» que, por ese entonces, perteneció a Manuel de Odriozola. Sobre esta copia, el tradicionista (1899b: 336-337) escribe lo siguiente:
Para la edición de 1899 Palma (1899b: 335-336) toma como referencia «un manuscrito que perteneció a la librería Zegarra», es decir, el hoy manuscrito V y afirma haber visto también otras tres «copias» especialmente el manuscrito VII del cual opina en una nota manuscrita que es una copia «detestable». Con estos criterios pondrá en pie la primera edición de nuestro recuento, edición que como el mismo Palma presintió ha sido muy duramente reprendida por los editores del siglo XX. En todo caso, D. R. Reedy (1984: XLIV) al hablar de esta edición, afirma que no se encuentra en ella «ninguna corrección» a la de 1873 pero sí varias supresiones de poemas.
La edición de Palma de 1899 congrega, en resumidas cuentas, las siguientes composiciones poéticas:
Poemas | |
Diente del Parnaso | 67 |
Poesías diversas | 50 |
TOTAL | 117 |
Tomando como trasunto de referencia el manuscrito I y teniendo a la vista los manuscritos III, VII y IX, en esta otra edición se excluyen las composiciones que presumiblemente no pertenecen al estro de Caviedes. Así, Vargas Ugarte declara conocerlos pero no reproduce los siguientes poemas: «Hoy no el morir, Señor, llego a temer», «Todo el natural consumo», «Parecióle a un Cabrón acomodado», «Preguntas ¿cuál será grata?», «Título o coche en qué andar», «Clara hermosa, en mi conciencia», «Pagando culpas de dama», «Porque conozcas, amigo», «Unas misas cobró en huevos», «Si es celebrar vuestro achaque», «Enfermo estás de tus obras» y un romance no identificado. Además copia pero excluye de la obra de Caviedes propiamente dicha, estas otras composiciones: «Al jardín de tus musas sin rodeos», «Luz o antorcha divina ya en ocaso», «Templó Caviedes la lira», «Créditos de Avicena, gran Bermejo» y encuentra suplantaciones entre estas composiciones omitidas: «Tropezó Juana y cayendo», «De liviana precia Anarda», «Purgando estaba sus culpas» y «Tomando está las unciones». Finalmente, se considera adjudicado a Caviedes el poema «D. S. mesón donde K. E.»
Vargas Ugarte (1947: XII) advierte, en suma, que «el descarte lo hemos extendido también a todas aquellas composiciones que sean o no de Caviedes, están lejos de honrar su pluma» ya que «es casi un deber cribar su obra poética y arrojar a un lado como inútil paja todo cuanto de repulsivo, maloliente o de subido color hallamos en ella. Tal ha sido nuestro criterio», criterio inquisitorial que por sí sólo se condena.
La relación de los textos atribuidos a Caviedes que trae esta edición así depurada, es la siguiente:
Poemas | |
Poesías religiosas | 9 |
Sonetos | 22 |
Poesías varias | 35 |
Sonetos | 44 |
Poesías jocosas | 96 |
Diente del Parnaso | 52 |
TOTAL | 258 |
Piezas dramáticas | 3 |
Reedy (1984: XLVII) propone como «texto-modelo» al manuscrito I por ser, dice, el que «menos se distancia de los tiempos de Caviedes», el único que cuenta con las tres «composiciones más tardías que conocemos» y es el «códice más completo de todos con doscientos treinta y cinco poemas y tres obras dramáticas». Reedy afirma también reproducir «fielmente» ese trasunto, pero «realizando enmiendas de erratas indiscutibles u omisiones del copista de letras o palabras», además de «inversiones de versos cuando es el caso de un error que comprueban los otros manuscritos»; las composiciones que no se encuentran aquí, son transcritas aprovechando «la fuente que muestra menos erratas» y anota las variantes en los manuscritos restantes.
Los criterios de organización que este editor (1984: XX) aplica al conjunto de poemas son «propósito central, temática y estilo». De ello resultan cuatro grupos:
a) poemas asociados a Diente del Parnaso, «es decir, poemas en que resalta la nota satírica, jocosa y burlesca, dirigida contra todos los sectores de la sociedad limeña de fines del siglo XVII»;
b) poesías religiosas y filosófico-morales,
c) poesías de tema amoroso y
d) poesías ocasionales «sobre diversos temas de actualidad de la época».
Reedy explica igualmente la modernización y normalización tanto ortográfica como de puntuación y enumera los versos de cada poema transcrito. Al pie de ellos se encuentran las otras versiones cotejadas y en forma de notas aparecen algunas interpretaciones léxicas. Finalmente, acompañando a la edición incluye un listado de nombres de personajes citados en las composiciones caviedanas, la enumeración de las fuentes a consultar sobre los médicos y la medicina durante la vida del bardo, una relación de nombres bíblicos y mitológicos, las localidades geográficas allí mencionadas, una cronología y, por último, la relación de las obras de Caviedes y otros estudios.
Si bien Reedy (1984: XIX; 1993: XI) afirma inicialmente que la obra de Caviedes «consta de más de 265 composiciones poéticas y tres piezas dramáticas» y luego declara que el mismo poeta es autor de unos 350 poemas, los consignados en su edición son únicamente éstos:
Poemas | |
Poemas satíricos y burlescos | 163 |
Poemas religiosos y filosófico-morales | 52 |
Poemas amorosos | 36 |
Poemas a diversos asuntos | 12 |
Apéndice I: poemas atribuidos a Caviedes | 17 |
TOTAL | 280 |
Piezas dramáticas | 3 |
Esta edición pretende constituir el corpus caviedano a manera de un «texto concordado» (1990a: 215-216) que no imponga al manuscrito I como texto tutor, ya que en él se encuentra «un número relevante de composiciones que no pertenecen a Caviedes y otras que se le atribuyen (y esto se evidencia por la fraseología y estilo ajenos al poeta)» aunque «lamentablemente, en algunos casos, no podemos comprobar este aserto por falta de textos que lo avalen». De este modo, el texto concordado que se propone «resulta, en primer lugar, de la confrontación simultánea, literal y textual, de las diez copias manuscritas que poseemos actualmente de la obra de Caviedes, y, en segundo término, de la redacción o fijación textual de todo el contenido poético que es lo que va a constituir el corpus caviedano definitivo [sic]» (las itálicas son del original).
Como en la edición de Reedy y más tarde en la de García-Abrines, se procede a numerar los versos y a una reconstrucción textual completa, corrigiendo «lo que, a todas luces, se presenta como un error, una alteración o capricho verbal repetido invariablemente por copistas y editores».
Sin embargo, no consigna algo que ella (1974: 12) misma había previsto, la
De este modo, aprovecha
Antecede, también, a la constitución de los textos definitivos de cada poema, su estudio lingüístico (fonético, morfológico, sintáctico y semántico) dado que «una sola palabra mal transcrita desvía o deforma el pensamiento del autor. Fidelidad, honestidad y veracidad son inherentes al trabajo de transcripción», sentencia Cáceres (1990a: 221). En conclusión, se trata, con entusiasmo que envidiaría un utopista metafísico, de «extraer de dicho estudio -(paleográfico, lexicológico y literario)- la versión más ajustada al pensamiento y creatividad del autor, sin duda existentes en el texto original que no poseemos».
El criterio utilizado por la Madre Cáceres (1990a: 224) para clasificar los manuscritos parte de la idea de que los estribillos del poema «Lisi, mi achaque es amor» consignado en los diez manuscritos, son la clave para determinar su antigüedad: aquellos que no los llevan son los «más antiguos y fidedignos por más cercanos, en el tiempo, al autor», mientras que los restantes han sufrido «interpolaciones y alteraciones textuales de diversa especie». De ahí que estos trasuntos se cataloguen, según la editora (1990a: 245) y desde un punto de vista cronológico, en tres grupos:
a) los manuscritos más antiguos o vertiente antigua (fines del siglo XVII y primeras décadas del siglo XVIII): X, VII, V y II;
b) las copias modernas (segunda mitad y último tercio del siglo XVIII y siglo XIX): VIII, I, III, IV y VI; finalmente,
c) una fuente sui generis: IX. Todo ello diagramado desde una perspectiva parental, según un «trazo aproximativo del árbol genealógico (stemma) y nexos familiares».
La edición de Cáceres cuenta, además, con cuatro valiosos estudios debidos a Guillermo Lohmann Villena («I. El Entorno. Tiempo de Valle y Caviedes», «II. El Personaje. Hitos para una biografía», «Nomenclátor de personas y asuntos mencionados en la obra de Valle y Caviedes», «Ojeada sobre la enseñanza de la medicina y los médicos en Lima a finales del siglo XVIII»), otros dos trabajos obra de Luis Jaime Cisneros («Estudio crítico», «Índice de los primeros versos»), una «Bibliografía comentada del texto concordado» de la misma editora y dos índices, uno onomástico-toponímico y otro de ilustraciones.
La distribución «orgánica» de las composiciones poéticas y piezas dramáticas reunidas en esta cuarta edición (1990a: 251), es la que sigue:
Poemas | |
A. Poesía satírica: | |
A1. Aguda y mordaz: | |
a) Contra médicos y medicina de su tiempo | 67 |
b) Contra poesía estragada y malos poetas | 10 |
c) Contra mujeres de vida disoluta («Damas») | 14 |
A2. Sátira costumbrista y socio-política: | |
a) Remedios para ser lo que quisieres, que son observaciones del autor | 10 |
b) Preguntas que hace la Vieja Curiosidad a su Nieto el Desengaño | 1 |
- Coloquio entre una vieja y Periquillo | 1 |
c) Otras piezas que se incluyen en este apartado | 7 |
A3. Poesía festiva, jocosa y regocijante | 30 |
- Colección de poesías de variado metro y epigramática | 15 |
B. Poesías de circunstancias | 12 |
C. Poesía religiosa: | |
C1. De inspiración mística | 22 |
C2. Glosas a obras que son patrimonio de la iglesia universal | 7 |
D. Poesía de aliento filosófico-cristiano | 11 |
E. Poesía gnómica | 17 |
F. Lírica amatoria y de sabor bucólico | 37 |
Apéndice núm. 1. Poesía de dudosa autoría | 8 |
Apéndice núm. 2. Composiciones que no pertenecen a Caviedes | 16 |
TOTAL | 285 |
G. Teatro | 3 |
Los manuscritos compulsados en los dos tomos de esta edición tienen como referencia común el códice IV y subsecuentemente los enumerados V, I, II, III, VI, VII, VIII y IX. Las correcciones se aplican así al manuscrito de Yale I donde se dice encontrar primero 600 errores y luego, en el segundo volumen, 650 erratas además de faltas de ortografía, omisiones de versos y coplas.
En el primer volumen, García-Abrines Calvo procede a restaurar Diente del Parnaso con las siguientes pautas: ante todo -y a pesar de que lo reproduce- considera una suplantación el soneto «Créditos de Avicena, gran Bermejo» publicado en vida del autor y por lo tanto queda excluido del corpus caviedano. A continuación cita pero omite los textos de cuarenta y dos «agudezas» pertenecientes a John Owen (1560-1622) traducidas por Francisco de la Torre y Sevil (1625-1681), además de los poemas «La anciana Curiosidad», «Según el infiel orgullo» y «Que no moriré de viejo» por considerar, este último, un «invento» [sic] de R. Palma. Las sátiras: «Sólo por buen parecer», «Habla mucho en lo matante» y «Que es su padre caballero» son suprimidas por ser, según el editor, «malas y con erratas, y la última aun sin rima». Una vez terminada su criba, García-Abrines (1993: 96) contempla el despojo y concluye con una reminiscencia culinaria: «había que hacer justicia al jaenés. Su Diente del Parnaso que antes era un revoltijo de tripas es ahora una deliciosa y picante madeja, digna de ser saboreada con el caldo más fino de Jerez».
En el segundo volumen, el editor reproduce las poesías sueltas y bailes a partir del mismo manuscrito de Yale I, pero siguiendo ahora estos otros criterios: menciona mas omite las poesías religiosas y filosófico-morales atribuidas a Caviedes, así como todas aquellas composiciones de autoría ajena probada o supuesta; tampoco incluye 15 poemas que, según su parecer, no pertenecen al «estilo» (1994: 19) de Caviedes. Sin embargo, en el prólogo transcribe el poema «¡Ay de mí! Solo quedo», que, asevera (1994: 21), no pertenece a Caviedes, lo incluye sólo por «curiosidad».
Al final de cada composición se mencionan los trasuntos cotejados. Los versos de las composiciones poéticas y teatrales son numerados e interpretados con abundantes anotaciones enciclopédicas al calce. Lleva, además, índices de los primeros versos, de las voces anotadas, de nombres propios, fe de erratas y una adenda.
Las composiciones finalmente publicadas son éstas:
Poemas | |
Volumen I: | |
Diente del Parnaso | 50 |
Volumen II: | |
Poema autobiográfico | 1 |
Noticiero poético | 9 |
Poemas amorosos | 31 |
Poemas satíricos | 53 |
Poemas eróticos | 5 |
Poemas escatológicos | 5 |
Poema final galenófobo | 1 |
TOTAL | 155 |
Bailes | 3 |
Para el cotejo que sigue tomo como punto de referencia la edición de D. R. Reedy (R) que no obstante carecer de un índice de los primeros versos o por lo menos de los epígrafes, es la única que transcribe las variantes de ocho manuscritos conocidos y enumera a la vez las composiciones que incluye. Las referencias intertextuales entre las ediciones de Reedy (R), Cáceres (C) y García-Abrines (G-A) las hago equiparando las secuencias que ellas mismas ofrecen; en cuanto a las ediciones de Vargas Ugarte (V-U) y Palma (P) que no enumeran los poemas, obligan a correlacionarlos sólo por la paginación respectiva. A fin de registrar todos estos incidentes, utilizaré las siguientes convenciones:
Signos: | |
- : | texto incluido pero no numerado. |
[] : | secuencia textual sin enumeración; se incluye la paginación correspondiente. |
Ø : | falta el texto. |
A. : | apéndice. |
i. : | incluido en otro texto. |
m. : | texto mencionado pero omitido. |
Ediciones: | R | C | G-A | V-U | P |
Primeros versos o términos: | |||||
A | |||||
Adórote devoto, oh Dios oculto, | 172 | A. II, 4 | m. | [22] | Ø |
A la copia se atienda, | 76 | 135 | 144 | [157] | Ø |
Alcaldes de corte son | 242 | 250 | 84 | Ø | Ø |
A los médicos no los satisfago | i. 56 | i. 96 | i. 106 | [142] | [408] |
A llorar, selvas, mis males | 224 | 232 | 70 | [63] | [430] |
Ama a Dios de corazón, | 169 | 195 | m. | [17] | Ø |
Amor es nombre sin deidad alguna, | 217 | 262 | m. | [94] | Ø |
A pintar tu hermosura, | 245 | 255 | 90 | [49] | Ø |
Aprobación... | - | - | - | [214] | [355] |
Aquel que me da gusto, le desea | 215 | 140 | m. | [110] | Ø |
Aquese caballero que aquí pinto | i. 56 | i. 94 | i. 104 | [137] | [404] |
Aquí yace un idiota señoría | 90 | 54 | 95 | [93] | Ø |
Árbol que a tan gran vida le dio muerte, | 186 | 179 | m. | [29] | Ø |
Astrólogo de pinturas, | 247 | 257 | 87 | [45] | Ø |
Atended, ingrata Dafne, | 235 | 244 | 63 | [77] | [435] |
Atened, amadores del Rímac, | 254 | 129 | m. | [181] | [444] |
A ti, quirquincho de médicos | 12 | 12 | 12 | [235] | [i. 364] |
A un médico preguntaban | 61 | 57 | 123 | [303] | [416] |
Aunque mi madre la cera | 124 | 213 | m. | [201] | Ø |
Aunque Venus no se da | 162 | 91 | m. | Ø | Ø |
Ausente dueño mío, | 226 | 234 | 72 | [71] | [436] |
¡Ay de mí! Solo quedo, | 256 | 158 | - | [78] | [435] |
¡Ay loca esperanza vana! | 216 | 193 | m. | Ø | Ø |
B | |||||
Bachiller diminutivo, | 83 | 130 | 134 | [170] | Ø |
Balca il diablo, gorgobado, | 79 | 122 | 136 | [161] | Ø |
Bola es el mundo que sola | 144 | 227 | m. | [203] | Ø |
C | |||||
Caerá el que en sus bolsones | 161 | 224 | m. | [204] | Ø |
Caminante, detén el veloz paso; | 260 | 167 | m. | [106] | Ø |
Canta ruiseñor alegre, | 248 | 253 | 88 | Ø | Ø |
Canto de aquel bello joven | 104 | 109 | 115 | [197] | [467] |
Cara la mujer se advierte | 154 | 155 | m. | [205] | Ø |
Casóse el doctor del Coto, | 45 | 45 | 45 | [296] | [396] |
Casóse un mozo muy pobre | 50 | 113 | 141 | [179] | [443] |
Catalina de mis ojos, | 227 | 235 | 73 | [65] | [431] |
Cercado de temores y congojas | 184 | 189 | m. | [28] | Ø |
Cielos, astros, mares, tierra, | 258 | 166 | 60 | [58] | Ø |
Clara hermosa, en mi conciencia | 91 | 115 | 153 | m. | [449] |
Como el saber del hombre es limitado | 194 | 200 | m. | [28] | Ø |
Compra, si quieres tener | 139 | 149 | m. | [203] | Ø |
Congojado mi espíritu cobarde, | 177 | 182 | m. | [24] | Ø |
Con imprudentes arrojos | 37 | 34 | 35 | [271] | [383] |
Con las armas del dinero | 130 | 111 | m. | [202] | Ø |
Con lengua y voz de estropajo, | 85 | 70 | 128 | [165] | Ø |
Contra médicos es todo entendido, | 209 | 102 | m. | [106] | Ø |
Contraste de almas, fiel ejecutor, | 189 | 191 | m. | [30] | Ø |
Corazón, pues que quisiste | 251 | 259 | 66 | [47] | Ø |
Cosa nueva en esta edad | 151 | 153 | m. | [204] | Ø |
Creció de aplauso al compás | 158 | 223 | m. | [205] | Ø |
Créditos de Avicena, gran Bermejo, | 117 | 164 | - | - | Ø |
Cristóbal de Virués, el | 75 | 69 | 119 | [156] | Ø |
Crucificado Cordero, | 164 | 171 | m. | [1] | Ø |
Cualquiera fiel que quisiere | 171 | A. II, 3 | m. | [10] | Ø |
Cuando el alba, que es prólogo del día, | 262 | 161 | 52 | [95] | Ø |
Cuando hacer versos cursé, | 103 | 74 | 110 | [208] | [377] |
Culpas los lascivos nombres | 160 | 157 | m. | [206] | Ø |
Cupido de medicina, | 46 | 46 | 46 | [297] | [396] |
D | |||||
De abundancias sobrado en Portobelo | 259 | 61 | 53 | [105] | Ø |
De amor arpón y blanco el más divino | 191 | 185 | m. | [31] | Ø |
De arquitectura escollo, que valiente | 265 | 168 | 54 | [102] | Ø |
De cuerpo y alma unidos se compone | 207 | 208 | m. | [101] | Ø |
Dedicación... | - | - | - | [i. 212] | [i. 353] |
De hierro duro a ser pasa | 155 | 156 | m. | [207] | Ø |
De las beldades fuiste la primera, | 119 | 89 | 102 | [109] | Ø |
De la vida enemiga es la riqueza, | 201 | 204 | m. | [98] | Ø |
Del cometa hacen juicio | 263 | 159 | 57 | [190] | [453] |
De liviana precia Anarda, | 51 | 79 | 145 | Ø | Ø |
Del poder la materia efecto ha sido | 213 | 207 | m. | [108] | Ø |
Del sacro fuego, acaduz | 157 | 222 | m. | [204] | Ø |
De menga a los ojos que | 253 | 261 | m. | [78] | [460] |
De nuevo se vistió Cintio | 52 | 128 | 143 | [178] | [442] |
Después de abrasada Troya, | 135 | 217 | m. | [202] | Ø |
De un médico el buen deseo | 16 | 22 | 17 | [242] | [368] |
Diente del Parnaso que trata... | - | Ø | - | Ø | Ø |
Dios de los libros te libre, | 153 | 154 | m. | [204] | Ø |
Discretísimo Señor: | 39 | 42 | 42 | [288] | [393] |
Dos ciudades del gran turco | 99 | 86 | 139 | Ø | Ø |
Dos mil años logréis el cachorrito, | 113 | 51 | 155 | [103] | Ø |
Dos tortugas salieron a campaña | 116 | 60 | 96 | [109] | Ø |
Dos veces para mí santo | 1 | 1 | 1 | [i. 212] | [i. 354] |
Dueño del alma, en quien amante fío, | 174 | 180 | m. | [23] | Ø |
E | |||||
El alma que entre los dos | 252 | 258 | m. | [48] | Ø |
El bachiller Cordillera, | 29 | 36 | 37 | [273] | [384] |
El cristal de María de ab eterno | 188 | 173 | m. | [31] | Ø |
El cristal de una fuente, Anarda bella, | 219 | 263 | 61 | [109] | Ø |
El dar publicando es golpe | 127 | 215 | m. | [201] | Ø |
El Eclesiástico dice... | i. 1 | i. 1 | 2 | [212] | Ø |
El fin de anhelar tan sólo | 238 | 243 | 82 | [72] | Ø |
El gran Cerdán Monichaco, | 24 | 27 | 27 | [254] | [375] |
El humano entender se opone en todo | 181 | 198 | m. | [27] | Ø |
El médico Matasiete, | 69 | 49 | 50 | [233] | Ø |
El mundo todo es testigo | 10 | 10 | 10 | [230] | [361] |
El pobre es tonto, si calla, | 102 | 108 | 121 | [211] | [457] |
El portugués importuno, | 74 | 125 | 118 | [154] | Ø |
El portugués Juan González, | 73 | 124 | 131 | [153] | Ø |
El Portugués y Bachán, | 88 | 162 | 111 | [40] | Ø |
El que hacerse quisiere caballero | i. 56 | 94 | 104 | [133] | [i. 398] |
El que ve el mal en aquél | 152 | 221 | m. | [204] | Ø |
El temblor viene avisando | 70 | 50 | 48 | [292] | Ø |
En cuantas partes dijere | 3 | 4 | 3 | [312] | [355] |
En el regazo de un olmo, | 223 | 231 | 69 | [63] | [430] |
Enfermo estás de tus obras | 62 | 75 | 152 | m. | [418] |
En junta de colegiales | 101 | A. I, 8 | 154 | Ø | Ø |
En la milicia de amor, | 82 | 85 | Ø | [169] | Ø |
En lo ingrato y en lo esquivo | 236 | 245 | 81 | [70] | [434] |
En mis penas inmortales | 222 | 230 | 68 | [61] | [429] |
En un laurel convertida | 225 | 233 | 71 | [64] | [430] |
Equívocos son mis versos | 240 | 248 | 83 | [73] | [445] |
Érase una giba novio más doblado | 80 | 119 | 108 | [162] | Ø |
Érase una ninfa hermosa, | 105 | 136 | 116 | [147] | Ø |
Escrúpulo de maridos, | 49 | 112 | 140 | Ø | [442] |
Es la vida del hombre una comedia | 204 | 206 | m. | [99] | Ø |
Esta voz letras dice entendimiento, | 202 | 76 | m. | [99] | Ø |
Este libro está tasado | 4 | 3 | 4 | [213] | [355] |
Excelentísimo Conde, | 71 | 68 | 117 | [36] | Ø |
Excelentísimo Duque, | 21 | 23 | 24 | [250] | [372] |
Excelentísimo Señor: | 81 | 134 | 120 | [163] | Ø |
F | |||||
Fementido corcovado, | 77 | 118 | 133 | [159] | [391] |
G | |||||
Gracias a Apolo que llega | 106 | 133 | 114 | [117] | [469] |
Gran fuerza de vida ha sido | 23 | 26 | 26 | [253] | [374] |
Guerra física... | - | - | - | [209] | [353] |
H | |||||
Habla mucho en lo matante | 121 | 53 | Ø | [209] | Ø |
Hebra su ropa raída, | 143 | 225 | m. | [207] | Ø |
Hermano Dios, Señor y Padre amado, | 176 | 174 | m. | [24] | Ø |
Hermoso dueño mío, | 241 | 252 | 64 | Ø | Ø |
Herrera, la enhorabuena | 31 | 38 | 39 | [300] | [412] |
Horrores copia la idea, | 261 | 160 | 59 | [79] | [437] |
I | |||||
Ingrato dueño esquivo, | 239 | 246 | m. | [56] | Ø |
Introducción tendrás y inteligencia | 212 | 101 | m. | [107] | Ø |
L | |||||
La anciana curiosidad, | 100 | 103 | m. | [83] | [464] |
La Asumpción me parece impropio anhelo | 180 | 184 | m. | [26] | Ø |
La más constante mujer | 168 | A. II, 6 | m. | [20] | Ø |
La medicina continua | 138 | 63 | m. | [202] | Ø |
La mucha tierra lleva mucho fruto | 208 | 141 | m. | [101] | Ø |
La muerte viene a ser cumplirse un plazo, | 196 | 190 | m. | [95] | Ø |
La piedra que buscas, Pedro, | 134 | 216 | m. | [202] | Ø |
La plata de estos reinos anhelada | 199 | 209 | m. | [98] | Ø |
Las flores de un jardín plantas llevaban, | 218 | 264 | 62 | [100] | Ø |
Leandro de Godoy, un | 34 | 41 | 41 | [279] | [387] |
Licenciado ambulativo, | 33 | 40 | 40 | [278] | [386] |
Licis mía, ya mi amor, | 59 | 20 | 15 | [53] | [367] |
Liseras, un corcovado, | 14 | 15 | 14 | [237] | [366] |
Lo que a los dos os sucede | 125 | 143 | m. | [206] | Ø |
Lorenzo, un buen corcovado, | 84 | 126 | 112 | [173] | Ø |
Los curas encubridores | 26 | 29 | 29 | [262] | [379] |
Los pajarillos y yo | 250 | 260 | 65 | Ø | Ø |
Los vecinos de la casa | 47 | 47 | 47 | [298] | [411] |
M | |||||
Machuca que en todo es vano | 22 | 24 | 25 | [253] | [374] |
Maestro sin barba y bobo | 159 | 67 | m. | [205] | Ø |
Marcia, ¿por qué me dijiste | 231 | 239 | 77 | [68] | [432] |
Mejía, corcuncho acérrimo, | 97 | 120 | 138 | [210] | Ø |
Mera usted, Señor Molato, | 20 | 19 | 21 | [247] | Ø |
Mi contrario mayor soy y enemigo | 197 | 187 | m. | [97] | Ø |
Mi intento no es hablar de los estados | i. 56 | i. 93 | i. 103 | [133] | [i. 398] |
Mil abogados tienen tus razones, | 107 | 88 | 99 | [94] | Ø |
Mi Ynesiya, dizque aller | 66 | 107 | m. | [196] | [456] |
Mono de la medicin[a] | i. 12 | 13 | i. 12 | [224] | [365] |
Muere Dión, el cual vivió impecable, | 187 | 199 | m. | [29] | Ø |
Muere el Autor, sus obras se lamentan: | 182 | 176 | m. | [26] | Ø |
Muerta dos veces en pira de censuras, | 28 | 35 | 36 | [94]2 | [384] |
Muriendo estoy por morir, | 228 | 236 | 74 | [66] | [431] |
Muy poderoso esqueleto | 7 | 7 | 7 | [222] | [356] |
N | |||||
Narigón y letrado, se concibe | 111 | 137 | m. | [104] | Ø |
Ni aun con la muerte escapar | 145 | 64 | m. | [206] | Ø |
No hay bien en esta vida que no sea | 200 | 205 | m. | [78] | Ø |
No niego hoy que cuantos hoy obtienen | i. 56 | i. 95 | i. 105 | [140] | [406] |
Nos el ordinario, más | 5 | 5 | 5 | [214] | [355] |
Nos y nosas, machos y hembras | 27 | 30 | 30 | [263] | [379] |
No teme Paula al francés, | 131 | 146 | m. | [202] | Ø |
O | |||||
Obra de tinieblas es | 147 | 150 | m. | [205] | Ø |
¡O Dios! ¿por qué tan airado | 170 | 172 | m. | Ø | Ø |
Oh cuántas veces, oh cuántas | 249 | 254 | m. | Ø | Ø |
Óigame, Bartolomé, | 264 | 165 | 58 | [44] | Ø |
Otra corcova le nace | 78 | 121 | 135 | [160] | Ø |
Óyenos, oh Padre piísimo, | 166 | 197 | m. | [8] | Ø |
P | |||||
Pagando culpas de dama | 57 | 78 | 148 | m. | [452] |
Para hallar en palacio estimaciones | 110 | 100 | 94 | [96] | Ø |
Para juzgar, el hombre rectamente | 206 | 202 | m. | [101] | Ø |
Para saber que a Dios tengo enojado | 190 | 188 | m. | [30] | Ø |
Para ser caballero de accidente[s] | 108 | 98 | 92 | [96] | Ø |
Para vivir muerto importa | 163 | 228 | m. | [204] | Ø |
Pedro es doctor singular, | 19 | 18 | 20 | [205] | [371] |
Pedro de Utrilla, el cachorro, | 32 | 39 | 22 | [247] | [371] |
Pedro de Utrilla, el cachorro, | 48 | 48 | 23 | [248] | [372] |
Penas, sed más rigorosas | 221 | 229 | 67 | [61] | [429] |
Perdiguero y podenco de la muerte, | 114 | 58 | 97 | [103] | Ø |
Pico de Oro solamente | 41 | 32 | 32 | [266] | [381] |
Poeta como su madre | 87 | 72 | 127 | [167] | Ø |
Por antojos de cristal | 224 | 247 | 86 | [52] | Ø |
Por calzar pie para ver | 94 | 116 | 109 | [184] | [446] |
Por comisión de un ingenio | 8 | 8 | 8 | [217] | [357] |
¿Por qué al recibir o al dar | 126 | 214 | m. | [201] | Ø |
Porque conozcas, amigo, | 98 | 55 | 150 | m. | [392] |
Porque Liseras conozca | 30 | 37 | 38 | [276] | [385] |
Por tus mismas miserias, las ajenas, | 205 | 211 | m. | [100] | Ø |
Por vuestro ingenio divino, | 255 | 163 | 51 | [32] | Ø |
Primero, antes que la [lengua], | 140 | 218 | m. | [203] | Ø |
Promontorio que altivo al mar te atreves, | 266 | 169 | 55 | [102] | Ø |
Protoverdugo de Hacienda | 44 | 44 | 44 | [305] | [419] |
Purgando estaba sus culpas | 55 | 56 | 147 | Ø | [417] |
Puse en tus ojos los ojos, | 237 | 249 | 89 | Ø | Ø |
Q | |||||
Que el que vieja te llamase | 67 | 131 | m. | [208] | [441] |
Que es su padre caballero | 122 | 110 | Ø | [210] | Ø |
¿Qué médico llamará? | 43 | 43 | 49 | [312] | [422] |
Que no moriré de viejo, | 2573 | A I, 2 | Ø | [295] | [395] |
Quien nada ha de saber, | 146 | 226 | m. | [206] | Ø |
Quien tratare fingirse virtuoso, | 56 | 93 | 103 | [129] | [397] |
Quiso el demonio poner | 93 | 105 | 122 | [186] | [448] |
R | |||||
Recién nacido escollo, a quien veneran | 267 | 170 | 56 | [103] | Ø |
Rico me hiciste, noble y estimado, | 179 | 183 | m. | [25] | Ø |
Rigoroso maestro es el temor | 185 | 201 | m. | [29] | Ø |
Riñó con la primavera | 243 | 251 | 85 | Ø | Ø |
Ripio fatal de la muerte, | 38 | 25 | 34 | [270] | [382] |
S | |||||
Saludes festivas | 167 | 196 | m. | [16] | Ø |
Segundo pincel, la pluma | 89 | 71 | 132 | [146] | Ø |
Según el infiel orgullo | 64 | 104 | m. | [i. 86] | [462] |
Sé humilde, si es que pretendes | 35 | i. 41 | i. 41 | [206] | Ø |
Selvas, a quejarme vengo | 233 | 241 | 79 | [69] | [433] |
Sentado en la verde margen | 230 | 238 | 76 | [67] | [432] |
Señor doctor don Tercianas | 11 | 11 | 11 | [225] | [362] |
Señor don Matusalén, | 53 | 123 | 124 | [175] | [440] |
Señor lector o lectora, | 9 | 9 | 9 | [214] | [359] |
Señor mío, Jesucristo, | 165 | 194 | m. | [13] | Ø |
Si a la templanza el desorden | 156 | 66 | m. | [205] | Ø |
Si censurares de mí, | 18 | 17 | 19 | [246] | Ø |
Si como en un muro, en mí, | 141 | 219 | m. | [203] | Ø |
Si de médico intentas graduarte, | i. 56 | 96 | 106 | [140] | [406] |
Si el laurel a los ingenios | 17 | 16 | 18 | [243] | [369] |
Siempre repite el ser largo | 136 | 62 | m. | [202] | Ø |
Siendo hueso la mujer | 129 | 145 | m. | [202] | Ø |
Si en manos del mal doctor | 2 | 2 | i. 2 | [213] | [355] |
Si es celebrar vuestro achaque | 60 | 82 | 151 | m. | [414] |
Si es mujer la que de esas cosas trata | i. 56 | i. 93 | i. 103 | [130] | [398] |
Siguen los [corderitos] inocentes | 198 | 210 | m. | [105] | Ø |
Si intentáis de esa mujer | 92 | 73 | 113 | [174] | Ø |
Si la cabeza es simpleza | 137 | 148 | m. | [i. 203] | Ø |
Si no pierdo la salud, | 148 | 65 | m. | Ø | Ø |
Si quieres ser doctor en todas ciencias | i. 56 | 95 | 105 | [138] | [405] |
Si quisieres ser dama, | i. 56 | 97 | 107 | [143] | [408] |
Si sábado, marido de grosura, | 210 | 139 | m. | [107] | Ø |
Si te faltaren corderos, | 123 | 212 | m. | [201] | Ø |
Si tú el asumpto me das, | 36 | i. 41 | i. 41 | [206] | Ø |
Si Yáñez no os ve, sabed | 15 | 21 | 16 | [240] | [368] |
Sólo por buen parecer | 120 | 52 | Ø | [209] | Ø |
Son la cama y el sepulcro | i. 163 | i. 228 | m. | [205] | Ø |
T | |||||
Tanto siento el haberos ofendido, | 175 | 181 | m. | [23] | Ø |
Tembló la tierra pesada | 13 | 14 | 13 | [237] | [365] |
Tiene por toda su vida | 6 | 6 | 6 | [214] | Ø |
Tiene una sombra de yegua | 96 | 117 | 125 | [189] | [450] |
Todas las cosas que hay para gozarse | 214 | 77 | m. | [110] | Ø |
Todas las mujeres mandan | 128 | 144 | m. | [201] | Ø |
Todo desde ab eterno origen tiene, | 183 | A. II, 5 | m. | [97] | Ø |
Todo el mundo se funda en opiniones, | 203 | 203 | m. | [99] | Ø |
Todos son uno a un compás | 150 | 151 | m. | [206] | Ø |
Tomando está las unciones | 58 | 81 | 149 | Ø | [413] |
Tórtola, no cantes triste, | 234 | 242 | 80 | [70] | [433] |
Triaca que a mi vida le da muerte, | 220 | 265 | m. | [104] | Ø |
Tropezó Juana y cayendo | 54 | 80 | 146 | Ø | [451] |
Tu boca por pedigüeña | 95 | 84 | 137 | [210] | Ø |
Tuerto dos veces, por vista | 42 | 33 | 33 | [268] | [382] |
Tu frente es desnuda y fría, | 142 | 220 | m. | [203] | Ø |
Tu gran nariz, don Antonio, | 68 | 127 | 129 | Ø | Ø |
Tu juvenil edad, Anarda hermosa, | 211 | 90 | 100 | [108] | Ø |
Tú no eres cara, Fili desdichada | 118 | 87 | 101 | [210] | [457] |
Tu padre de coser con sus puntadas | 115 | 59 | 98 | [107] | Ø |
Tu retrato con juego | 246 | 256 | 91 | [50] | Ø |
Tu venera desmienten tus narices, | 112 | 138 | m. | [105] | Ø |
U | |||||
Una mañana de mayo, | 229 | 237 | 75 | [66] | [431] |
Una mestiza consejos | 86 | 83 | 142 | [166] | Ø |
Un arroyo fugitivo, | 232 | 240 | 78 | [68] | [433] |
Una noche más oscura | 63 | 114 | 130 | [192] | [454] |
Unas misas cobró en huevos | 72 | 132 | 126 | m. | Ø |
Un mulato por hijo es el más bravo | 109 | 99 | 93 | [96] | Ø |
Un retrato a mi Inesiya | 65 | 106 | m. | [195] | [455] |
Ut, re, mi, fa, sol, la, alegre | 133 | 147 | m. | [201] | Ø |
V | |||||
Vendes tu amor y es fingido; | 132 | 92 | m. | [202] | Ø |
Verdugo cruel, inhumano, | 25 | 28 | 28 | [259] | [377] |
Venus, codiciosa y bella, | 149 | 152 | m. | [207] | [449] |
Vida en la muerte, triaca en el veneno, | 195 | 192 | m. | [25] | Ø |
Vos muerto en una cruz para salvarme, | 193 | 177 | m. | [27] | Ø |
Vos muerto en una cruz porque yo viva, | 178 | 178 | m. | [25] | Ø |
Vos, para darme vida, Señor, muerto; | 173 | 175 | m. | [23] | Ø |
Y | |||||
Ya los autos de la fe | 40 | 31 | 31 | [264] | [380] |
Yo, la más vil criatura de la tierra; | 192 | 186 | m. | [27] | Ø |
Y vista por el Juez | i. 39 | i. 42 | 43 | [i. 287] | [i. 392] |
A | |||||
Al jardín de tus musas sin rodeo | A. I, 12 | A. II, 8 | Ø | Ø | Ø |
Aún más que en la frente ataja | A. I, 8 | A. II, 13 | m. | Ø | Ø |
¡Ay, mísero de mí! ¡Ay desdichado! | A. I, 1 | A. I, 3 | m. | [20] | [438] |
C | |||||
Cuando a la hermosura acompaña | Ø | Ø | Ø | Ø | [433] |
D | |||||
Del Rey Sabio emulación | A. I, 16 | A. II, 15 | m. | Ø | Ø |
D. S. mesón donde K. E., | A. I, 5 | A. II, 10 | m. | [XV] | Ø |
H | |||||
He venido a descubrirme | Ø | Ø | Ø | [204] | [467] |
Hoy me mandan desatar | A I, 9 | A. I, 7 | m. | [208] | [441] |
Hoy no el morir, Señor, llego a temer, | Ø | A. I, l | Ø | Ø | Ø |
L | |||||
La fruta del paraíso | Ø | Ø | Ø | [205] | [418] |
La piedra, aunque en lo muy alto | A. I, 14 | A. I, 4 | m. | Ø | Ø |
Luz o antorcha divina ya en ocaso | A. I, 13 | A. II, 9 | Ø | Ø | Ø |
M | |||||
Me parece en conclusión | A. I, 6 | A. II, 11 | m. | Ø | Ø |
N | |||||
Nace Cristo de noche, y en la esfera | A. I, 10 | A. II, 14 | m. | Ø | Ø |
P | |||||
Parecióle a un cabrón acomodado | A. I, 3 | A. I, 6 | m. | Ø | [457] |
Perdonen al autor las infelices | Ø | Ø | Ø | Ø | [411] |
Preguntas ¿cuál será grata | A. I, 4 | 142 | m. | [113] | [461] |
Pues según flechan | Ø | A. II, 1 | Ø | Ø | Ø |
Q | |||||
Que en este mundo ramplón | Ø | Ø | Ø | [116] | [469] |
S | |||||
Si la piedra su centro ama, | A. I, 15 | A. I, 5 | m. | Ø | Ø |
T | |||||
Templó Caviedes la lira | A. I, 11 | A. II, 7 | Ø | Ø | Ø |
Título, coche en qué andar | A. I, 2 | A. II, 2 | m. | [111] | [460] |
Todo el natural consumo | A. I, 7 | A. II, 12 | m. | Ø | Ø |
V | |||||
Vuestra curia diligente | A. I, 17 | A. II, 16 | m. | Ø | Ø |
Y | |||||
Yo sólo sé que no sé | Ø | Ø | Ø | [203] | Ø |
Títulos: | |||||
Baile cantado del amor médico | - | 266 | 157 | [326] | Ø |
Baile del amor tahúr | - | 267 | 158 | [331] | Ø |
Entremés, el amor alcalde | - | 268 | 156 | [323] | Ø |
Los libros contables a. de C. (antes de Computadora) solían tener sólo dos rubros: debe y haber. Siguiendo esta arcaica costumbre, procederé a contabilizar el «haber» puesto a cuenta de la pluma de Juan del Valle y Caviedes a fin de luego restar lo que se «debe» a esos textos.
Reconozcamos a los cinco editores, en primer lugar, los muchos lustros dedicados a exhumar los poemas y obras teatrales atribuidas a Caviedes, sobre todo a los cuatro últimos que, aunque ingratos respecto a su precursor Palma (1899b; 338) a quien ellos zarandean a más y mejor (García-Abrines llega a calificarlo de «paranoico»), fueron motivados por la misma inquietud que el vilipendiado editor quien enunciara en su momento:
Ahora bien, en esta labor de rescate de la obra atribuida a Caviedes, sólo la edición de Reedy tiene la precaución de transcribir al pie de cada composición las variantes que se encuentran en los trasuntos originales. La edición de Vargas Ugarte consigna los textos «pelados», es decir, sin informar sobre sus, sin duda, muchas decisiones; Cáceres y García-Abrines sólo mencionan al pie de cada composición los manuscritos que les han servido de fuente para reconstituir los textos «definitivos». El cotejo de versiones, la denuncia de errores, las adiciones, supresiones y remisiones van in crescendo: desde su ausencia total (V-U), pasando por algunas parcas aclaraciones (R) que luego se hacen más detalladas (C) hasta convertirse en viarazas glosadoras -una hermenéutica suelta, delirante- merced a la citación obsesiva del diccionario de Barcia y a «restauraciones» que declaradamente rehúyen cualquier disidencia (G-A)6, ofrecen glosas contrarias y contradictorias, ora reductoras ora extensivas, dirigidas sin dudas a convertir los poemas en tasajos textuales. Para muestra, un botón. La estrofa 34 de la Carta romanceada que Caviedes dirigiera a Sor Juana Inés de la Cruz reconstruida por la edición de García-Abrines (en J. del Valle y Caviedes, 1994: 35) dice:
|
La interpretación de esta estrofa no ofrece mayores dificultades. El enunciador se refiere a los poemas redactados por Sor Juana8, cosa en la que -a su pesar- ella misma convendrá9: son tantas las coplas solicitadas («todos a la monja sacan») a las que Sor Juana ha condescendido por «muchas causas» banales (onomásticos, festividades, nacimientos, etc.), que con dichos versos se la podría «emparedar»10. Pues bien, García-Abrines (Ibid.) trae tres notas adosadas a esta estrofa:
a) la primera procede sobre «emparaderos» (sic) y no hace sino copiar el primer sentido que Barcia da del vocablo 'emparedado, da':
b) la segunda cuelga de «copla» y dice:
copla. Juego con emparedaros a través de pareados. «Llámase copla, porque los versos van pareados, como si dijéramos: copulados ó unidos» RB. |
c) la tercera pende de «monja» y su texto es éste:
monja, juego con jamón. Emparedado, «lonja pequeña de jamón ú otra vianda fiambre, servida entre dos pedacitos de pan» RB. |
Respecto de la primera nota, la interpretación de 'emparedado, da' es contraproducente, espuria en relación a 'emparedaros', ya que la Carta está dirigida en su epígrafe a «la Monja de México» (Sor Juana: el sufijo «os» de «Emparedaros»), es decir que siendo la enunciataria de todo este poema una religiosa y viviendo naturalmente en un convento, la anotación es inconsecuente («sin ser religiosos o religiosas», escribe Barcia).
En cuanto a la segunda nota el «juego» entre 'emparedaros'/ 'pareados' que propone García-Abrines, acudiendo nuevamente a Barcia, es ilegítimo. Tal como lo indica el DRAE, 'copla' viene del lat. copula que Barcia reproduce («copulados o unidos») y el término 'pareados' es sólo una paráfrasis comparativa («como si dijéramos») del coleto de Barcia que no tiene que ver con los significados admitidos, por ejemplo, por el único que define el DA:
Es claro que la paráfrasis de Barcia 'cópula' ~ 'pareados' podría admitir paradigmáticamente cualquier otro término capaz de ocupar esa paráfrasis, por ejemplo, 'emparejados', 'juntados' o 'unidos' como propone el mismo Barcia repitiendo al DA. De este modo, la colación entre 'emparedados' y 'pareados' es una mancuerna léxica caprichosa y confusionista para interpretar el texto de Caviedes: morfológica e isotópicamente es inadmisible presuponer un traslapo de significados entre dos términos no homógrafos -diferenciados por la presencia, en el primero, de un prefijo ('em') y un grafema que actúa a la manera de infijo ('d'), inexistentes en el segundo- ni menos homónimos -porque el primero pertenece al campo semántico //encierro// (que agrupa, entre otros, los taxemas /emparedar/, /recluir/, /aislar/, /aprisionar/, /enjaular/, /acorralar/, etc.) mientras que el segundo se indexa en el campo semántico//versificación// (que comprende taxemas como /pareado/, /dístico/, /terceto/, /cuarteto/, etc.); interpretar un lexema fuera del campo semántico ordenado por la norma léxica, sabemos, es incurrir en un dislate conceptual y nocional írrito. Aquí, como en cualquier otro orden de cosas, el error es siempre preferible a la confusión.
La tercera nota contiene una inferencia descabellada, por decir lo menos. La cita que hace García-Abrines de Barcia parafrasea la tercera y última acepción de 'emparedado' en el DRAE (1992) («porción pequeña de jamón u otra vianda, entre dos rebanadas de pan de molde») pero omite la primera acepción («participio pasado de emparedar») y la segunda «recluso por castigo, penitencia o propia voluntad» que es, por cierto, la que atañe al sentido correcto de la estrofa comentada. La metátesis de 'monja' → 'jamón' a partir de la suplantación de «Emparedar(os)» por 'emparedado', es decir, del sentido recto //encierro// por el sentido obtuso //tipo de comida preparada//, produce un quid pro quo interpretativo alucinante además de, colmo de colmos, paracrónico, es decir, interpretado a partir de un sentido advenedizo que dicho vocablo no admitía al ser escrito. En efecto, la acepción moderna de 'emparedado' lograda por extensión metafórica ('emparedado': /reclusión de un ser humano/ → 'emparedado': /encajamiento de una lonja de jamón/) que García-Abrines copia de Barcia, no se encuentra en el Tesoro de Covarrubias, tampoco en el DA (que sólo trae 'emparedar': «castigar a uno por sus desenvolturas, encerrándole entre cuatro paredes, de cuyo nombre se forma este verbo» y 'emparedado, da': «participio pasado del verbo emparedar. El así encerrado») ni ha sido registrado por Gili Gaya (1960) o Boyd-Bowman (1982, 1983).
Los editores mismos en sus prólogos o en otros lugares de sus ediciones se han encargado de criticarse -acerbamente con frecuencia- entre ellos, a fin de justificar sus propias versiones. En cuanto a los humildes lectores ajenos a esos compromisos, si comparamos ya no las versiones que cada editor proporciona de los textos atribuidos o no a Caviedes sino sus metatextos crítico-explicativos, tendremos un buen ejemplo de hasta dónde puede llegar la incongruencia interpretativa cuando se obliteran los controles analítico-textuales mínimos, incluso los más tradicionales (retórica, filología, lexicología, estilística). El régimen decisorio de estos editores para la jerarquización de los manuscritos11, el ordenamiento temático de las composiciones, la erección de exclusas entre los textos debidos, sostienen, al numen de Caviedes y aquellos a separar o desechar, obedecen, a fin de cuentas, a procedimientos inductivos dirigidos por intuiciones que se quieren «razonadas» pero que a la postre resultan lábiles cuando no absurdas. Salvo la identificación de poemas pertenecientes a autores ajenos al mundo colonial andino12, la arbitrariedad autosuficiente es, por último, la pauta de organización e interpretación editorial.
¿Qué queda de todo ello? ¿Examinar otra vez los trasuntos, ahora con las debidas precauciones, y proyectar una sexta edición al fin plausiblemente confiable? Éste sería desde luego el ideal, pero para lograrlo es preciso contar con un trabajo en equipo que redujera, ante todo y en lo posible, los personalismos egotistas y presuntuosos tan relevantes en las cinco ediciones actualmente disponibles. En seguida se trataría de suprimir el criterio autorial -un auténtico «falso problema»- no sólo por irresoluble con los documentos que se cuenta13 sino porque, propuesto como premisa editorial, perturbaría y anularía (como ocurre hasta hoy) cualquier organización e interpretación ponderada de los textos en cuanto tales. Desembarazada del incordio de la autoría, la gestión inicial del equipo cae de su peso: mediante el concurso de criterios heurísticos y paleográficos probados que garanticen la compulsa regulada de los manuscritos14, procedería a ordenarlos no para determinar jerarquías entre ellos sino criterios de legibilidad según las necesidades, de tal manera que la edición contara con parangones de versiones independientes para cada composición.
Acordadas, en principio, las ringleras de versiones (susceptibles de ser reformuladas en cualquier momento según el avance de la investigación), el examen hermenéutico tendría como propósito obtener interpretaciones intra e intertextuales con un grado de admisibilidad satisfactorio dentro de su inevitable contingencia. A ello se agregaría la indexación de datos provenientes del contexto extratextual disciplinado (lingüístico, histórico, etnológico, sociológico, económico, político, jurídico, religioso, científico, etc.) pertinentes en cada caso, por ejemplo, la imprescindible modalidad icónica para el estudio de los abundantes enunciados prosopopéyicos y etopéyicos; las prácticas sociales y su normatividad para calibrar el volumen semántico de los enunciados poéticos o teatrales que las referencialicen; la impronta institucional tanto literaria en, por ejemplo, las pautas de versificación entonces en uso como no-literaria, por ejemplo, en las instituciones linguo-normativa, diglósica, médica, legal, minera, administrativa, doctrinaria, costumbrista, etc. vigentes en la sociedad peruana durante los siglos XVII y XVIII.
Y si se precisa un gremio de voluntades para emprender esta tarea, también es indispensable reunir un haz interdisciplinario consecuente donde participen, además de los saberes tradicionales ya mencionados, la crítica genética, la textología, la semiótica del discurso y la semántica interpretativa y diferencial. Todo este esfuerzo tendría como propósito constituir y descifrar ese bien sinóptico de la cultura literaria popular andina, el conjunto de textos -obra colectiva de Caviedes y varios escritores anónimos coloniales- que para ser identificado tomaría el único referente nominal y emblemático tradicional con que se le conoce, es decir, el «corpus caviedano».
Este muy rápido boceto investigatorio es, como se ve, únicamente indicial para la hoy utópica edición de los infolios que componen el «corpus caviedano», edición a ser controlada con los instrumentos de objetivación, coherencia y rigor interpretativos, descriptivos y explicativos disponibles desde hace por lo menos unos seis lustros. Mientras tanto ¿qué hacer? Convengamos en que los estudios intratextuales regulados de las composiciones caviedanas escasean y los intertextuales, todavía menores, distan de dar una idea integral de sus valores literarios y culturales andinos; de ahí la conciencia expresa o implícita de su provisionalidad. No obstante, siendo las cosas lo que son y aun percatándonos de su inevitable vocación interina, los estudios del «corpus caviedano» a realizarse desde las ediciones de Daniel R. Reedy y de la Madre María Leticia Cáceres A. C. I. conjugadas tendrán, a mi parecer, un grado de plausibilidad aceptable para proponer hipótesis susceptibles de ser en su momento ora redargüidas y refutadas ora convalidadas. Esta labor coyuntural de desbroce textual es, a no dudarlo, uno de los desafíos mayores en los estudios literarios coloniales peruanos actuales.