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Con Miguel Hernández (2010)

Francisco Javier Díez de Revenga

No tengo intención de escribir mis memorias, porque considero que nada tengo que decir de mi vida profesional que no haya expuesto ya en los trabajos que he publicado, aunque en el desarrollo de mis actividades docentes y académicas, y por supuesto, en el ámbito de mis tareas investigadoras, ha habido momentos que merecen ser recordados, y no por lo que puedan significar en mi propia evaluación personal, sino por el valor del objetivo que me propuse en un determinado momento. Y con seguridad ninguna ocasión de mi trayectoria profesional me ha dado mayor satisfacción que poder advertir y confirmar la universalidad de Miguel Hernández, en concreto en el año del centenario de su nacimiento, 2010, cuando muchas instituciones culturales, académicas y universitarias de todo el mundo se volcaron en la exaltación de su figura y de su significación como escritor, como intelectual, como poeta, e incluso como dramaturgo.

Pero sobre todo como testigo de una época de España en la que las letras alcanzaron cotas de máxima categoría estética e intelectual, especialmente en el campo de la poesía, en el que Miguel Hernández participó y contribuyó a forjar esa época única e insuperable, un segundo Siglo de Oro de la poesía española como quería denominarlo así Gerardo Diego. En la única carta que Federico García Lorca escribió a Miguel Hernández, tras la publicación de su libro Perito en lunas y su encuentro en Murcia en enero de 1933, el poeta de Granada aseguró al de Orihuela que «hoy se hace en España la más hermosa poesía de Europa» (abril, 1933).

Y en aquel 2010, cuando se demostraron tan grandes cualidades de Miguel Hernández, también se estaba confirmando su universalidad, que ahora estas páginas de evocación personal quieren destacar una vez más, porque en aquel año, y a lo largo de unos 130.000 kilómetros, tuve ocasión de asistir a encuentros de lo más variado sobre su significación y trascendencia, y recordarlo y evocarlo con la categoría y la emoción que merecían el poeta y su obra.

Necesariamente aludiré a mis aportaciones a aquel centenario y citaré mi participación en cuantos organismos e instituciones me requirieron para los que elaboré muchos textos, refundí otros y conformé páginas que fueron dadas a conocer en diversos y prestigiosos medios de comunicación y especialmente revistas que dedicaron números completos a Miguel Hernández. Aunque aludiré a publicaciones mías, ahorraré al lector, para no enredarlo demasiado, las fichas bibliográficas pertinentes que puede encontrar en un libro mío posterior, de 2017, que publicó la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, con el título de Miguel Hernández, en las lunas del perito, cuyo apéndice final recoge detalladamente la ficha de las publicaciones a las que ahora iré aludiendo, mientras relato algunas experiencias personales para mí desde luego interesantes, y espero que para el lector, al menos, sean atractivas.

La universalidad de Miguel Hernández está fuera de toda duda, y el 20 de febrero de aquel 2010, con motivo del centenario de su nacimiento, se puso de relieve más que nunca la cercanía de un poeta tan popular como vivo en la memoria de muchos lectores. Un homenaje, en febrero de aquel año, en la Ciudad de México demostró tales cualidades de nuestro poeta. Con motivo de la Feria Internacional del Libro, que la Universidad Nacional Autónoma de México celebra en su Palacio de Minería, en pleno centro histórico de la capital azteca, y en auténtico olor de multitud, el Centro Cultural de España y nuestra Embajada reunieron, en un encuentro muy emotivo, a los poetas mejicanos Jorge Valdés Díaz-Vélez y José María Espinasa, coordinados por el escritor y diplomático español Luis Marina Bravo con mi participación, para poner al día, durante más de dos horas, el valor y la significación del poeta oriolano. El texto de Jorge Valdés Díaz-Vélez se tituló «El más corazonado» y el de José María Espinasa «Miguel Hernández a cien años de su muerte». Los emotivos artículos de sus intervenciones los publicamos en la Universidad de Murcia, en el número extraordinario, el 15, de la revista Monteagudo, aquel 2010. Yo aporté a esa mesa una disertación titulada «Miguel Hernández en sus luces y en sus sombras».

Se leyeron además textos emotivos, volvieron a sonar los versos indelebles de algunos poemas míticos, como la «Elegía» a Ramón Sijé, las «Nanas de la cebolla», las «Tres heridas» o la «Casida del sediento», y el nutrido público asistente intervino con observaciones y preguntas directamente relacionadas con el poeta, pero naturalmente, en el contexto de México, muchas de ellas tenían que ver con la relación de Miguel Hernández con la revolución y su imborrable e inevitable condición de víctima del franquismo, sus relaciones con Pablo Neruda o con Octavio Paz, en definitiva, su indiscutible universalidad.

Un homenaje, más universitario, el día anterior, en El Colegio de México, tan vinculado a España, puso de relieve lo admirado y estudiado que Miguel Hernández es en los círculos académicos, en el contexto del exilio republicano español, tan vivo aún en la capital mejicana. Aprovechando mi estancia en la capital federal, invitado por James Valender, el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México organizó una conferencia para profesores y estudiantes que impartí con el título de «Miguel Hernández. Trayectoria de un poeta español entre el amor y la muerte» el 19 de febrero.

En el mes de septiembre, el día 10, tuvo lugar en Budapest un encuentro bastante singular propiciado por el Instituto Cervantes de la capital húngara, que dirigía en ese momento el profesor y también veterano hernandiano Javier Pérez Bazo. Se trataba de rendir homenaje a Miguel Hernández, por lo que un buen número de especialistas (Morelli, Neira, De Paco, etc.) participamos en aquel encuentro al mismo tiempo que se exaltaba la figura de un poeta húngaro perseguido y fusilado por la dictadura húngara. Los embajadores de diferentes países hispanoamericanos asistieron a la inauguración del encuentro en el que, una vez más, se demostró la universalidad de Miguel Hernández. Se tituló el encuentro «Miguel Hernández. Hacia el poeta del pueblo», «Lectura comentada de poemas de Miguel Hernández y Miklós Radnóti», Jornada de Estudios hispano-húngaros, En tu memoria me entrometo. Miklós Radnóti y Miguel Hernández, dos poetas ante el desgarro. «La granada» de Perito en lunas fue el poema por mí escogido para participar en aquel encuentro.

En ese mismo septiembre tuvo lugar en la ciudad de Jarkov (Ucrania) un encuentro de hispanistas del país para homenajear a Miguel Hernández, que había visitado la ciudad el 17 de septiembre de 1937. Profesores españoles y ucranianos intercambiamos ponencias «tras las huellas de Miguel Hernández», como se tituló el encuentro, Jornada de Hispanismo. Tras las huellas de Miguel Hernández, en la Universidad Nacional Vasil Karazin de Jarkov, en colaboración con la Embajada de España. La mía versó sobre «El nuevo teatro de Miguel Hernández tras su viaje a la Unión Soviética». El Embajador de España, José Rodríguez Moyano, descubrió una lápida que inmortaliza la presencia del poeta en las de aquella ciudad ucraniana, con la inscripción: «"La fábrica se halla guardada por las flores, / los niños, los cristales, en dirección al día". En recuerdo de la estancia en Járkiv del poeta y dramaturgo español Miguel Hernández en el año 1937. Embajada de España. Alcaldía de Járkiv».

Y es que Miguel Hernández, invitado por el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), acudió a aquellas tierras en otoño de 1937. Las dos naciones visitadas fueron la República Federativa Socialista Soviética de Rusia (Moscú y Leningrado) y la República Socialista Soviética de Ucrania (Kiev y Jarkov, que Hernández denominará Jarko y hoy llaman Járkiv).

Pero también estuvo en París, a la ida y a la vuelta, en Estocolmo, a la ida, y en Londres, a la vuelta. Hizo escala además en Kiel y en Copenhague. Aun así, en su poesía solo quedó el vestigio de las ciudades soviéticas y de la añoranza de España, a través de tres únicos poemas, incluidos en «El hombre acecha»: «España en ausencia», «Rusia» y «La fábrica-ciudad», aunque en el epistolario a su esposa, Josefina Manresa, hay referencias a alguna de las otras ciudades europeas. En prosa, se conserva un artículo testimonio del viaje a Rusia, que aparecería en «Nuestra Bandera», de Alicante.

En octubre, entre los días 11 y 14, tuvieron lugar en Lima también una serie de actos conmemorando el centenario de Miguel Hernández. Así en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, en su Facultad de Letras y Ciencias Humanas y en colaboración con el Centro Cultural de España, tanto José Carlos Rovira como yo mismo impartimos un curso compuesto de diversas conferencias sobre el poeta. Las mías en la Universidad versaron sobre «Miguel Hernández, poeta popular», y sobre «Raíces latinoamericanas de Miguel Hernández», participé por la noche en las Jornadas Miguel Hernández. Centenario 1910-2010 en el Centro Cultural de España, bajo los auspicios de la Academia Peruana de la Lengua.

En la Universidad de San Marcos estaban muy emocionados porque acababan de conceder, tan solo unos días antes, el 6 de octubre, el Premio Nobel de Literatura a uno de sus alumnos más célebre, Mario Vargas Llosa, y un inmenso espacio estaba ilustrado con una fotografía suya a la entrada de la universidad, que también recordaba en aquellos días a César Vallejo. El 12 de octubre la Embajada de España, con motivo de la Fiesta Nacional de España, ofreció una espléndida recepción a la que acudimos los congresistas y profesores participantes en los actos del centenario hernandiano.

Santiago de Chile, noviembre de 2010. Centenario de Miguel Hernández... actos conmemorativos y gran recital de Joan Manuel Serrat. No hay localidades desde hace meses, pero nos dicen en la Embajada que Serrat ha accedido a asistir a la inauguración del Congreso sobre Miguel Hernández, organizado por la Consejería Cultural de la Embajada de España, la Fundación Pablo Neruda, coincidiendo con la XXX Feria Internacional del Libro, en el Centro Cultural Estación Mapocho de la capital chilena, y decir unas palabras. Serrat habló en el acto inaugural como un auténtico congresista académico y universitario y reflejó su relación personal con el buen Miguel Hernández como algo íntimo y perenne en su vida. Y Serrat triunfó plenamente en Santiago de Chile, como no podía ser de otro modo. Pero más aún triunfaron Antonio Machado y Miguel Hernández.

Durante el congreso, al que asistían entre otros muchos estudiosos los hernandianos José Carlos Rovira, Serge Salaün y Francisco Escudero, mi ponencia trato de «Miguel Hernández en el contexto literario español de los años treinta», presentada en las jornadas tituladas Los cien años de un poeta. Homenaje a Miguel Hernández. La figura de Pablo Neruda también protagonizó aquel encuentro porque se pudo asistir a un acto en la casa del poeta en Santiago, La Chacona, y unos días después en Isla Negra en la más conocida mansión del poeta pusimos presenciar el espacio en ella dedicado a Miguel Hernández. Finalmente en la Fundación Pablo Neruda, en Valparaíso, participamos los hispanistas hernandianos en la mesa redonda «Miguel Hernández y Chile», en el Centro Cultural La Sebastiana, instituido en el espacio de otra de las singulares casas del Premio Nobel chileno.

El día 15 de noviembre, fecha de nuestro regreso a España, en el Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile se produjo la más divertida coincidencia que un hernandiano podía experimentar. Al llegar al aeropuerto, los compañeros de viaje (Rovira, Salaün, Escudero) se disponen a facturar su equipaje, mientras yo, más ligero de impedimenta, me dirijo hacia la puerta de embarque, y sorpresa para mí, advierto que nuestro Airbus de Iberia para España no era otro que el «Miguel Hernández», que aún lucía el escudo de la Federación Española de Fútbol, dado que había traído de regreso a España a los campeones del mundo desde Sudáfrica en julio. Cuando mis compañeros llegan a la puerta de embarque, no hago otra cosa que decirles con aire triunfal: Mirad que avión os he preparado para regresar a Europa: el «Miguel Hernández».

Y aún quedaban, antes de terminar el año, dos jornadas internacionales en las que yo participaba, del 15 a 17 de diciembre, para afirmar aún más la universalidad de Miguel Hernández: China, Pekín. Con motivo de la conmemoración del centenario del nacimiento de Luis Rosales y Miguel Hernández, ambos nacidos en 1910, el Instituto Cervantes de Pekín organizó una exposición de carteles con sus poemas en el vestíbulo del centro con la colaboración de Luis Rosales Fouz, hijo del poeta Luis Rosales, de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Al mismo tiempo el Instituto Cervantes presentaba por primera vez dos antologías traducidas al chino de Miguel Hernández y Luis Rosales, por los profesores Zhao Zhenjiang, de la facultad de Filología Hispánica de la Universidad de Pekín, y Duan Jicheng, exconsejero cultural de la Embajada de la R. P. de China en Chile, España y Perú. Con motivo de la presentación de las antologías, se organiza un coloquio titulado Miguel Hernández Luis Rosales. 100 años. Dos poetas, con la participación de Luis Rosales Fouz, y en el que yo trato la ponencia «Miguel Hernández, entre dos generaciones».

El último día, tanto Luis Rosales como yo mismo acudimos, invitados por la catedrática de español Wang Jun, a la Universidad de Pekín, al Departamento de Estudios Hispano Lusitanos de su Facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras, para exponer a sus profesores y alumnos unas conferencias (la mía versó sobre «Miguel Hernández, poeta del pueblo»), tras las cuales se desarrolló un interesante y apasionado coloquio con los estudiantes.

Cito, a continuación, algunos cursos y encuentros de aquel 2010 en España, con el título de mi intervención, en primer lugar: «Miguel Hernández y los poetas españoles de Posguerra», Curso Internacional Miguel Hernández ante su centenario, Universidad de Murcia-Fundación Cajamurcia, Murcia, octubre, 2009, publicado en 2010, en Un cósmico temblor de escalofríos. Estudios sobre Miguel Hernández; «Miguel Hernández y la generación del 27», en la XXVI Jornadas Pedagógicas de la Anarquía, Encuentro con autor Miguel Hernández, Poeta, Centro de Profesorado de la Axarquía, CEFIRE, Fundación Cultural Miguel Hernández, Orihuela, febrero; «Miguel Hernández y sus tres heridas: la de la muerte, la del amor y la de la vida», Curso Miguel Hernández, un ruiseñor en la besana, Universidad de Castilla-La Mancha, Asociación de Profesores de Español de Castilla-La Mancha Garcilaso de la Vega, Toledo, marzo, publicado en Toledo; «Miguel Hernández y la tradición áurea: poesía y teatro», Seminario Miguel Hernández, cien años después. El hombre, el escritor, el mito, Universidad de Córdoba, Córdoba, abril, publicado en Córdoba; «Miguel Hernández, en sus luces y en sus sombras», Universidad de Granada. Actos de Homenaje a Miguel Hernández. Conferencia Facultad de Traducción e Interpretación, Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Cooperación al Desarrollo, Granada, mayo; «Miguel Hernández y la vocación poética de una tragedia española», Congreso Nacional García Lorca Miguel Hernández. Literatura y compromiso, Universidad de Granada. Facultad de Ciencias de la Educación, Ayuntamiento de Fuente Vaqueros, Patronato Cultural Federico García Lorca, Fuente Vaqueros, mayo, publicado en Literatura y compromiso: Federico García Lorca y Miguel Hernández, Madrid; «Miguel Hernández, trayectoria de un poeta español entre el amor y la muerte», UNED, Málaga. Centro Asociado María Zambrano, Curso Miguel Hernández y la poesía de su tiempo, Málaga, julio; «El teatro de Miguel Hernández», Universidad Complutense, Curso Miguel Hernández: cien años de poesía, Cursos de Verano, El Escorial, julio; «Miguel Hernández y la lírica de tipo tradicional», Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Seminario Cien años con Miguel Hernández: su obra y su repercusión, Santander, agosto; «Miguel Hernández construye Perito en lunas (Selecciones y rechazos)», III Congreso Internacional Miguel Hernández 1910-2010, Universidad de Alicante-Universidad Miguel Hernández-Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Orihuela, Alicante, Elche, octubre, publicado en Miguel Hernández 1910-2010, III Congreso Internacional; «Miguel Hernández, poeta popular», Universidad de las Islas Baleares, Departamento de Filología Española y Moderna, Palma de Mallorca, noviembre.

Y los artículos aportados a diferentes monográficos de revistas y libros: «Miguel Hernández y el teatro áureo», Canelobre; «Miguel Hernández, en sus luces y en sus sombras», Ágora; «Mundo exterior y mundo interior en la poesía internacionalista de Miguel Hernández», Afinidades; «Miguel Hernández en sus tres heridas», La Jornada; «Miguel Hernández. Vigencia y universalidad», Quimera; «Miguel Hernández construye su primer libro (Más sobre las octavas excluidas de Perito en lunas)», Letras de Deusto; «Más sobre la poesía terruñera de Miguel Hernández», Ínsula; «Miguel Hernández en la memoria fértil de Carmen Conde», Monteagudo; «Dos de 1910: Ramón Gaya y Miguel Hernández», Murgetana; «Miguel Hernández (entre Calderón y Lope)», Cuadernos de Teatro Clásico; «Miguel Hernández: vocación poética de una tragedia española», Revista de Artes y Humanidades Única; «Carmen Conde, Antonio Oliver y Miguel Hernández a través de unos textos inéditos y otros olvidados», Murgetana; «Miguel Hernández en sus luces y en sus sombras», Piedras lunares. Homenaje a Miguel Hernández; «Vida, muerte, amor: tres poemas, tres heridas en Miguel Hernández», La lengua en corazón tengo bañada, Aproximación a la vida y obra de Miguel Hernández; «El retorno de Miguel Hernández a la lírica tradicional: teatro y cancionero», Miguel Hernández. La sombra vencida; «Las canciones de guerra de Miguel Hernández», Le discours poétique de Miguel Hernández (1910-1942).

Participar en esta comprobación directa de la universalidad de Miguel Hernández ha sido una de las experiencias personales y profesionales más gratas e inolvidables de toda mi trayectoria académica.