491
Obra poética, III, p. 136. (N. del A.)
492
Segunda parte del Romancero general, I, pp. 114-17. (N. del A.)
493
Ibíd., pp. 117-121. (N. del A.)
494
Pamplona, Eunsa, 1974, pp. 66-67. (N. del A.)
495
Transactions of the Cambridge Bibliographical Society, II, 2, 1955, pp. 146-48. (N. del A.)
496
Obra poética, II, p. 503. (N. del A.)
497
Quevedo juega de parecida forma con «plumas» en los vv. finales del romance burlesco «De Valladolid la rica»:
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(vv. 109-112; ed. cit., III, p. 139) |
En nuestro romance se habla de las alas del tiempo: «¡O tiempo!, ¿tus alas libres?» (v. 121), que aclara el término. (N. del A.)
498
Como es bien sabido, Góngora y Quevedo son muy aficionados a tales juegos: el «ruiseñores / ruicriados» de los vv. 10-11, «Tenedme, aunque es otoño, ruiseñores, / ya que llevar no puedo ruicriados», de «¡Mal haya el que en señores idolatra!» (Obras completas, p. 581) es un ejemplo de ello. (N. del A.)
499
Ibíd., p. 122; vv. 7-10. (N. del A.)
500
Edic. cit., II, p. 107. (N. del A.)